de la lágrima abismo en la locura,
el dolor amamanta mi lectura
cuando leo tu verso en mal convulso.
La locura te nubla en el recuerdo
de una noche de truenos encendidos
que sacaba a bocados alaridos
de entre todas las rosas del acuerdo.
Pues es loco este duende que te llama,
es locura la tez de lo que siento
y es de locos saber que aún así ama.
No hay dolor que en desánimo consiga
aliviar el amor de mi alimento
pese a ser su picor el de la ortiga.
Laura Gómez Recas
Ay el amor, cuánto más duele, más nos complace...
ResponderEliminarBesos
Lo comprometido de un soneto no es sólo la métrica y la rima sino el desarrollo de la idea que se ha de ceñir a tales formas. En tu caso:
ResponderEliminarVersos de alguien que nos duele al leerle hasta dejarnos sin palabras, recuerdos de momentos que llevaron espinas a las rosas... y, aun así, la locura de un amor que sigue alimentándose animosamente a pesar de la amargura que conlleva.
Creo que has conseguido muy dignamente salir airosa de este reto.
Enhorabuena y besos.
A veces es doloroso recordar aquel amor que se ha roto, y duele, como duele.
ResponderEliminarSaludos
Un abrazo, Meri Pas.
ResponderEliminarAunque el dolor es un dolor especial cuando la locura lo sobrevuela.
Laura
Ybris, te doy la razón en todo. El soneto compromete mucho el argumento y es difícil mantenerlo intacto.
ResponderEliminarCreo que, en este caso, está bien hilado. Aunque puede que me haya dejado hilos por el camino. En esa estructura es delicioso trabajar el contenido y jugar con las palabras y con las figuras.
Veo que tu resumen es muy completo... :o) Tan atento como siempre a los versos. Es un placer tener tu amistad poética. De verdad.
Besos.
Laura
Hola, Snayder, bienvenido.
ResponderEliminarEn este caso, todo el dolor está en el título.
Besos.
Laura
Buen pulso, Laura, en este soneto en el que se funde el sentimiento propio con el de un hipotético autor (o autora: no debería ser precisa la aclaración) en cuyos versos nos miramos.
ResponderEliminarTengo una duda, sin embargo: ese saber que aún así ama, el aún, ¿es un adverbio de tiempo (con acento, tal como está) o de modo?, en cuyo caso no lo llevaría.) Por el sentido de la frase me inclinaría por lo segundo, aunque no podría descartarse laprimera acepción.
Ya ves, quisquilloso que es uno.
Un abrazo.
He de decirte, Laura, que me pesa no ser forofo de los sonetos. Los encuentro encorsetados, aunque sé que el problema lo tengo yo, seguramente por ser un auténtico negado para ese tipo de estructura. Es el 1º que te leo y he de reconocer que has sabido darle el ritmo adecuado, cosa que me alegra mucho pues sé la dificultad que tiene su realización.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay Laura, ""cuánto dolor se agrupa en mi costado...". Sólo la poesía sabe convertir el dolor en belleza.Sólo por versos como estos merece la pena sangrar.Un abrazo, corazón
ResponderEliminarBuen soneto. (Ya sabes que a mí me gusta hacerlos).
ResponderEliminarY cómo siempre... por encima de la forma... la poesía tuya. Por ejemplo:
no hay dolor que en desánimo consiga
aliviar el amor...
¡Bien, Antonio! Has entendido a la perfección el mensaje. Creía que no se veía. Los cuartetos hablan del 'otro' y los tercetos, excepto el primero de sus versos, del 'yo'.
ResponderEliminarMe encantan los quisquillosos: aún, es de tiempo, por eso está acentuado. Si fuera sin acento la métrica sería distinta. Tienes razón en cuanto a que no queda claro, no me había dado cuenta. Lo estricto sería meterlo entre comas: "que, aún, así te ama". Pero he obviado comas en este soneto (con lo que me gustan, debe ser de tanto Cicerón).
Un beso.
Laura
:0) Lo sabía... José Antonio. Que no te van mucho los sonetos. Sin embargo, a mí me encantan. Pero son como perlas. Es raro encontrar una perfecta, redonda, inmensa...
ResponderEliminarEste no es una perla, por supuesto, pero es una delicia hacerlos. El esfuerzo merece la pena, es como escurrir el lenguaje, como se escurre una prenda empapada. Lo retuerces hasta que sale.
Un beso y gracias por pararte en él.
Laura
Marisa, el dolor es y será fuente de belleza porque se siente dolor cuando se vive. Y... ¿estamos vivas, verdad? Sí.
ResponderEliminarUn besazo.
Laura
Gracias, Gonzalo, por percibirme detrás del corset.
ResponderEliminarUn beso,amigo.
Laura
bendita locura, laura querida, nunca la venzas: que ella siempre te venza a ti
ResponderEliminary mi beso también
Santiago, ya lo dice el título: "es de locos saber"... saber, saber...
ResponderEliminarEn dosis apropiadas es bendita,sí.
Un beso.
Laura
El soneto es la estrofa eterna, la piedra de toque del buen poeta, quien no encontrará ningún obstáculo para encerrar en tan precioso estuche las sensaciones poéticas más inspiradas. Todos lo intentamos y pocos son los afortunados en conseguirlo, pero he de reconocer que te has acercado mucho, mucho.
ResponderEliminarUn afectuoso beso.
Terly, es mi eterna piedra de toque. Gracias por tu 'calificación'. Algo le falla... y creo que sé por dónde. Hay que darles la vuelta, destriparlos, razonarlos, sentirlos... amarlos y odiarlos. Son así.
ResponderEliminarHace poco, en una tertulia a la que asisto, se decía que no basta con la métrica, el acento y la rima... el soneto requiere algo más. Seguramente, la conjunción extrema de la fonética en cada verso.
No dejemos de intentarlo.
Un beso.
Laura
Por supuesto que requiere algo más que todo eso, necesita su própia alma y sólo el "creador" del poema puede dársela.
ResponderEliminarOtro beso.
¿una alusión a la creación poética, querida Laura?
ResponderEliminarno hay dolor que en desánimo consiga
aliviar el amor de mi alimento...
Besos
te lo digo siempre, pero es que lo haces pero que muy bien
ResponderEliminarme gusta tu escritura
Bella poesía. Si el amor no sintiera dolor perdería toda armonía.
ResponderEliminarBesosss.
Sí, Yuli. Hay algo de ello. La mezcla de sensaciones es grande en el poema. Amor, creación, locura... locura de verdad y locura figurada. Y la creación como dolor y como algo inevitable que delata lo que se sabe.
ResponderEliminarBesazos, por leerme tan bien.
Laura
Roberto, pues es recíproco. Tu forma de escribir es original y única. Y con una fuerza expresiva extrema. Me encanta.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias.
Laura
¿Tú crees, Aniki? Puede que acentúe el sentimiento. Pero lo armónico... no sé...
ResponderEliminarUn beso y gracias por entrar. Un placer verte por aquí.
Laura
Laurita, comosiempre poesía de calidad. Te felicito.Abrazos
ResponderEliminarGracias, Milagros. Mucho, eso que dices, mucho para mí.
ResponderEliminar:o)
Besos.
Laura
Por fin Laura!!, una foto tuya.El tocón brotado...Muy buen tratamiento.Me gusta.Tienes que prodigarte más en fotografía.Tienes potencial...jejej
ResponderEliminarUn beso.
¡Gracias, Carlos! No tiene mérito. Está retocada. Le quería dar un tono sangriento. La foto no está mal, pero no es así, no tiene ese color. Tengo una toma más cercana, del brote, que me gusta, quizás, más. Está tomada en el Pirineo de Lérida. Antes de iniciar una ascensión que casi acaba conmigo.
ResponderEliminarBesos.
Laura
¡¡Bravo!! No hay más palabras...Un beso.
ResponderEliminarMiguel Ángel, ¿te gusto? Eso me anima. Tengo mis dudas, para variar.
ResponderEliminarUn beso por entrar aquí y, otro, porque sí.
Laura
Buenooooo, ¡un soneto! Además, cumpliendo con las más estrictas reglas.
ResponderEliminarPor lo que tantas veces me has oído defender, su medida acentuación le otorgan el ritmo con que se lee un tema que cierra con broche de oro el último terceto.
Me alegra descubrirte en los catorce.
Mi beso, Laura.
......................Carlos
¿Te parece bien, Carlos? Yo ahí dudando, para variar. Ya hablaremos... :o) que dudas tengo...
ResponderEliminarEres un sol de catorce... quilates.
Besos.
Laura