Poesía Indignada






Les confiamos las llaves
que abrieron puertas al pueblo
y las llevan en los bolsillos,
dejando el peso esclavo de la historia
en la nueva oscuridad que tanteamos.


No dejan que el árbol crezca,
manipulan la palabra, la doman
y hacen de ella un sumiso lupanar.

Claudicaron y nos cierran las puertas,
en un redil inmenso nos convencen
y trazan con argucias argumentos
que nos hacen comer entre su pan.


Pero las llaves son nuestras todavía,
las llaves son la herencia que reúne
la batalla de tres siglos sin cerrar.


Y hoy las nubes amansan el cielo
con una lluvia de frescura,
y las horas sufren de libertad en Sol.

Y miran para otro lado
o no saben dónde mirar.
Aturdidos,
ante el grito silencioso e indignado,
están perdidos
porque así se cambia el mundo
que estaba tan dormido,
tan hundido entre basura,
tan ausente en la mentira.

Queremos decir y decimos,
queremos estar y estamos,
queremos sujetar las alas democráticas
con nuestro vuelo.
Las estamos limpiando de alquitrán.
Nos la están matando
y la queremos viva,
nos la están callando
y la queremos presente, nuestra y capaz.

Tenemos las armas en el corazón,
la razón en la cabeza
y, entre las manos, el futuro y la libertad.

¡Miradnos!
La democracia os está hablando.


Laura Gómez Recas
Fotografía, de "El Diablo",
Javier Jimeno Mate

7 comentarios:

  1. ¡¡¡¡así se habla sublime Poeta ¡¡¡¡¡¡ un besin muy muy grande de esta asturiana que se une a todo lo que describes con tan magna belleza en tu poema.

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  2. sin esperar ser molestia me quedo en tu morada habitada por justicia, belleza y libertad . un besin.

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  3. Necesaria esta poesia. Un acto estupendo. Besos Laura.

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  4. Maravillosos versos, Laura.
    Así mismo lo sentimos, los que estamos un poco más lejos de Sol.
    "Queremos decir y decimos, estar y estamos"
    Que así sea, que nadie pueda callar nuestras voces unidas.
    Besos y mil gracias, ¡qué estés muy bien!

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  5. bravo Laura!

    son nuestras las llaves, las claves


    besicoss

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  6. Precioso y emocionante Laura. Todos indignados, y todos gritándolo en la calle. Un abrazo poeta.

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  7. No consintamos que domen la palabra, la vuelvan sumiso lupanar... Gracias, Laura.

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