Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro.
Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
Regreso a ti,
ResponderEliminarbusco la poesía
en tu silencio.
Alma y voz tienen
ResponderEliminarcamino de ida y vuelta
Entre tú y yo...