Vivo


Bebo tu sangre,
dejando resbalar toda espesura
desde la boca al cuello, hasta mi cauce.

Tomo tu voz,
para estrenar tablero entre las venas
y trascender al rojo de esta carne.

Donde apunta la víscera prudencia,
reboso del color de la amapola
y, sin piedad, devasto tu cordura.


Laura Gómez Recas

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