De la muerte. A Larra






De la muerte, la lápida impasible
la oscura trampa que habla del abismo,
la frialdad inquieta y a deshora,
la mordaza en la boca y en los besos,
un vacío fatal entre los brazos.
De la muerte, distante y fabulosa,
solo nos queda el sosiego involuntario
y el temor de no ser, o ser su olvido.

Llego con la deriva entre los ojos
y oigo el sonar doliente de los versos
que no tarda en llorar sus melodías
sobre la tumba que hoy yo estoy llorando.
Ya somos dos. Tú eres y yo soy
por recibir el barrunto de la lluvia,
dos islas de memoria entre el olvido.

Yo abonaré la tierra con tu nombre
sondearé tu tumba con mis manos
vendimiaré palabras de las piedras
profanadas con letras y silencio,
para ser de tu texto voz y estrella
en este otoño que sabe de la muerte.


Laura Gómez Recas
Lectura sobre su tumba en Réquiem de Otoño

Fotografía: Brandan




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