Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro. Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
Mediterráneo
"Mediterráneo II"
Francisco Solana
Óleo sobre lienzo
Mediterráneo o alma en pleamar,
aguamarina o gema desmigada
que rompe los centímetros del agua
en mil dosis de indómito placebo.
Se desgarran las mil tonalidades
en las fauces de la voraz retina,
como arco iris del ancho rompeolas,
haciendo escala en el cadmio o el marengo,
botando en los apoyos del cobalto,
esquivando magentas y escarlatas,
retozando, después, en amarillos...
que el arnés se asegura en el cinabrio
farero de la costa o cicatriz
con los pinos, la aulaga y la garriga.
Mosaico o fortaleza de un poblado
cubierto de tintura sobre cal,
sediento fotograma del pigmento,
que concede pretexto a la mirada
para amar la difracción de la luz,
o del sol, o del mar, o del calor...
Mediterráneo o alma en pleamar,
aguamarina o gema desmigada
que rompe los centímetros del agua
en mil dosis de indómito placebo.
Se desgarran las mil tonalidades
en las fauces de la voraz retina,
como arco iris del ancho rompeolas,
haciendo escala en el cadmio o el marengo,
botando en los apoyos del cobalto,
esquivando magentas y escarlatas,
retozando, después, en amarillos...
que el arnés se asegura en el cinabrio
farero de la costa o cicatriz
con los pinos, la aulaga y la garriga.
Mosaico o fortaleza de un poblado
cubierto de tintura sobre cal,
sediento fotograma del pigmento,
que concede pretexto a la mirada
para amar la difracción de la luz,
o del sol, o del mar, o del calor...
©"Mediterráneo", Laura G. Recas.Inspirado en el cuadro ©"Mediterráneo II", de Francisco Solana
Descarte
Descartemos lo trémulo del enroque,
custodiemos la distancia
que entre mis labios y tu boca
hiló una araña desalmada...
Una vez acunada en caja musical
para ser pasto del hambre fetichista,
saciaremos la sed de la memoria,
ese estanque que atranca las gónadas
y atemoriza neuronas despistadas
en el caminar hacia la duna del quizás.
Así sabremos definirnos,
sabremos vivir lo que te encharca
sin el temor pútrido y la duda,
sin el embuste que en raíces apresaba
y nos va hundiendo en el humus
que nutre a las setas venenosas.
©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Muscaria, Laura G. Recas
Lluevo
Muerte capital en plena vida
¿Por qué se caen las flores de mis manos
cuando pienso, amor, en tus raíces?
No es dolor clavado a un calendario
lo que llevo en el envés de mi sutura,
es muerte capital en plena vida,
regada con mis venas, insurgente,
ubérrima, feraz, llena de brotes,
muerte de fecunda amanecida,
que habita en el embozo de tu ayer
y alimenta mi boca cada día.
©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Decapítame
Decapítame,
dame la ortiga,
devórame el espacio
en el que muero…
Despieza
cada parte de mi cuerpo,
cúbreme de cal,
dame salitre
y fía a la intemperie
mi semblante.
Seré pasto de los lobos,
arena en la ventisca,
seré aurora
tapizada de tormenta,
tierra agostada,
cecina enjuta…
Seré lo que tú quieras
que yo sea:
sólo un verso de ayer,
una jactancia,
un buen poema.
dame la ortiga,
devórame el espacio
en el que muero…
Despieza
cada parte de mi cuerpo,
cúbreme de cal,
dame salitre
y fía a la intemperie
mi semblante.
Seré pasto de los lobos,
arena en la ventisca,
seré aurora
tapizada de tormenta,
tierra agostada,
cecina enjuta…
Seré lo que tú quieras
que yo sea:
sólo un verso de ayer,
una jactancia,
un buen poema.
©"La palabra detenida", Laura Gómez Recas
Una jauría de besos sublevados
Una jauría de besos sublevados
subyugó el tiempo y el espacio,
arrinconándolos no se sabe dónde:
si entre los dedos de las manos,
si entre los labios imantados,
si entre los pechos inundados
o directamente fuera,
dejando aislados los dos cuerpos,
trasladados al limbo de la nada
donde nada es casual y transferible
donde todo es rotundo en su certeza.
Y en aquel lugar irreversible,
las dos mentes fundidas en su mundo,
se invadieron con la firmeza del tacto,
con sueños mutilados y acallados
y un manantial de urgencia
que emergió sin hallar cauce
para viajar en libre torrentera.
Una jauría de besos sublevados
penetró en el abismo de la vida,
amotinada brasa que a su rastro
calcinó la ciénaga decente
y el contrato espurio y apropiado.
©"La dársena", Laura G. Recas
No hay lugar
Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
Sólo piedra y liquen soportan
el peso del pensamiento,
como sábana ancestral
donde posarse.
Un manto lunar arropa
lo que soy, lo que de mí queda
bajo la herida de muerte
que vomita el alma.
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada.
©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Carmín
Cuarta ausencia
Descríbeme
Descríbeme la verdad sobre este lienzo
que no verán tus ojos, ahora turbios.
Traza la cartografía del desdén
entre los huecos oscuros de mis huesos,
para entender la geometría
que une las estrellas al silencio.
No soy más que polvo errático en vacío
sin lugar donde posar mi ínfimo ser.
©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
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