Se desciende a la llanura,
se divisa el cielo,
anaranjado y rosa,
y llueven las palabras
como si por Madrid
fuera a volar
el aire apetitoso de la idea.
Tendrán que llover más...
palabras ciertas,
palabras pueblo,
palabras somos,
tocadas por la sal de la justicia,
de la solución que temple el vacío
y mantenga al futuro en su placenta.
El madroño ha florecido desde mayo
El madroño ha florecido desde mayo
y nos despierta a junio
como un árbol de júbilo y de carne,
cobijado en las manos abiertas
y en los labios que emanan dignidad.
Laura Gómez Recas
Fotografía: Ángeles Fernangómez
Laura, me alegro de ser, en este caso, quien que abre los comentarios a esta entrada tuya.
ResponderEliminar¡¡¡Pero si has puesto a mi osito!!! Saqué la foto el sábado pasado, 28 de mayo, justo cuando regresaba del recital "Poesía Indignada" que dimos en la plaza de Jacinto Benavente. Le vi tan guapo, con su girasol que disuade a la violencia, en su plaza, en su Madrí..., con ese atardecer..., me encantó inmortalizarlo.
Que forme esta foto pareja con este POEMA TAN FANTÁSTICO tuyo, me hace más ilusión todavía. En serio, me gusta mucho el poema. ¿Sabes que le estaba escuchando la música mientras lo leía?
Un beso grande
Enhorabuena, Laura... es preciosa tu metáfora sobre el madroño florecido desde mayo. Un poema extraordinario. Besos.
ResponderEliminarMe has dado una idea, recordando que el madroño florece a la vez que da fruto, incluso en el invierno y que el fruto (que me encanta) es un poco alucinógeno:
ResponderEliminarEn el instante mismo, en paralelo
la flor de mantequilla del madroño
florece en el invierno de la idea
y el fruto, rojo, brilla, alucinante
dulce y ácido al Sol... nos emancipa.
Gracias.
Ante tu poema, querida Laura, yo "re-escribiría" una canción de Quilapayun:
ResponderEliminar"El aire se está llenando de acentos
a todos los indignados
quisieran tenernos presos.
Por el aire va vagando
un negro presentimiento.
Porque quisieran matarnos
encuanto puedan hacerlo...
En pesares y agonías
compró lo nuevos silencios..."
Espero que nada ni nadie calle la voz que se ha alzado. Nos hacen falta poetas que la canten con tanta fuerza como tú.
Un beso.
Que buenos versos para ese oso de Angeles... Juntos dejan el sabor dulce de quien cree que el mundo puede ser mejor; de quien cree que todos somos producto de la misma tierra, sin fronteras, sin violencia, sin hambre.
ResponderEliminarUn abrazo mi niña. Me ha encantado el poema