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Cuídate de mí


Cuídate de mí
que voy vagando
entre un lodo nauseabundo
que me trepa.

El corazón ha cerrado
la válvula
que alimentaba el flujo
de mi sangre
y se ha encostrado
en el ventrículo
un ánimo
de secos barrizales.


"Luna sobre púrpura". Laura Gómez Recas
Fotografía: Laura G. Recas

No hay lugar



Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
Sólo piedra y liquen soportan
el peso del pensamiento,
como sábana ancestral
donde posarse.
Un manto lunar arropa
lo que soy, lo que de mí queda
bajo la herida de muerte
que vomita el alma.
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada.

©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Fotografía "Margarita recostada", Jaime G. Recas

Carmín


Cae el carmín de mis labios,
prisión de tu boca,
al deslizar tu lengua,
como un soborno,
sobre los carceleros que te besan.


©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas

Descríbeme


Descríbeme la verdad sobre este lienzo
que no verán tus ojos, ahora turbios.
Traza la cartografía del desdén
entre los huecos oscuros de mis huesos,
para entender la geometría
que une las estrellas al silencio.
No soy más que polvo errático en vacío
sin lugar donde posar mi ínfimo ser.

©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Fotografía: ©"Cometa Lulin desde el bosque", de Bill Ingalls

Luna sobre Púrpura



Di luz a tu perfil y curvatura azul
a la piel que te encubre,
sostuve el pincel sobre tu cráter
y vacilé en violetas
para adivinar los vientres
que el sol no emboza.
Agolpé materia contra la mutación
que enojaba a mi alma plasmadora
y soborné al diablo
para ser partera de tu alumbramiento.

Ya te poseían mis ojos,
ofrenda y encarnación de la entrega,
cuando el amante decidió quebrar la aurora
y congeló el plasma en mis arterias.

*******

¿Por qué tú si puedes soportar la carencia,
asaetear el cielo de la noche sin la luz
y sobrevivir en la ciénaga del olvido
embadurnado con los residuos del beso?

¿Por qué la invisibilidad nunca te mengua,
y te resignas a ser sólo una ausencia,
una sombra temprana de soledades
que no duda un instante de su ventura?

¿Cuál es el pulso con el que atizas
la negrura infinita que tu alma envuelve,
sin perder de tu rumbo la trayectoria
privada de caricias y de zalemas?

Dime cuál es la matemática,
la exactitud de la fórmula que habitas
que permite coexistir, entre tus lindes,
a la concavidad con la plétora.


*******


Ella es belleza sostenida
sobre el nido que mi noche pinceló.
Tras el cristal del duelo me ilumina,
me suspende la vida, me interrumpe…
para hacerme consciente de mi forma
y no dejarme morir de inexistencia.


*******


Con un arrebol ocultó la piel
de palidez y roca desvalida.
Se embozó en el grana,
en el arropo encarnado
de la sangre que nunca sería
su ingrediente.
Convirtió el bermellón
en mesura con desvelo,
detonando impotencias en el adentro
porque un solo suspiro hacia el vacío
hubiera sido un azote de sinrazón.

Y acabose la hora,
su amanecida,
sintiendo que su cuerpo se disparaba
hacia la altura inmensa
que apostataba del carmesí.
Volvió a saberse blanca, cana y albina…
Tal como era cuando era amada.


©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas"Luna sobre púrpura", óleo sobre lienzo, Laura G. Recas