"Abandono" (II), de Carlos Rivero
Carlos Rivero hace poemas con el objetivo de una cámara. Desnuda las imágenes de la pátina de simplicidad y cotidianidad que aporta la retina y, a través de la lente, consuma una mirada personal del mundo, implicada y comprometida, imprimiendo el barniz del arte.
El arte siempre procede del alma del artista.
Siempre.
Hoy, Carlos me ha hecho un regalo: ha ensamblado una fotografía suya en mi poema "Dios no sabe que hoy estoy llorando".
Os invito a que le visitéis:
CARLOS RIVERO (MIRANDO ALREDEDOR...)
** Vivir al margen de dogmas, ideologías y otros rediles, me da libertad para la permanente disidencia **
Carlos Rivero hace poemas con el objetivo de una cámara. Desnuda las imágenes de la pátina de simplicidad y cotidianidad que aporta la retina y, a través de la lente, consuma una mirada personal del mundo, implicada y comprometida, imprimiendo el barniz del arte.
El arte siempre procede del alma del artista.
Siempre.
Hoy, Carlos me ha hecho un regalo: ha ensamblado una fotografía suya en mi poema "Dios no sabe que hoy estoy llorando".
Os invito a que le visitéis:
CARLOS RIVERO (MIRANDO ALREDEDOR...)
** Vivir al margen de dogmas, ideologías y otros rediles, me da libertad para la permanente disidencia **