Soy menos que el agua
porque en el llanto muero,
menos que la luz
porque en la fe me abraso;
menos que el gemido,
porque la voz me ahoga.
Soy deshecho que deshace
entre el amor la sangre que te di.
Aléjate de mí,
redime tu vida en mi distancia
con el arma del paso y el avance.
con el arma del paso y el avance.
Muéreme en tu boca
Laura, amiga, poeta: te felicito. Has escrito una poesía muy honda,llena de imágenes preciosas, triste pero muy auténtica. Un saludo cariñoso.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema-¿oración profana?, que va in crescendo hasta esos dos versos finales que abarcan a todos los demás. Intensísimo.
ResponderEliminarLa imagen que lo acompaña, también digna de aplauso.
Abrazos.
Eres claridad poética.
ResponderEliminarBesos.
Precioso, Laura. Un buen poea que cala hondo.
ResponderEliminarBesos mil.
...muéreme en tu boca
ResponderEliminary sea yo palabra en tu memoria.
Menos que el agua… lo acepto. ¿Qué la luz… quizá. Menos qué el gemido, no sé. Pero de lo que estoy seguro… de que eres más que el silencio.
Eres conjugación exacta de letras, vehículo, versos de inspiración para los que te leemos y admiramos. Un abrazo Laura.
Decía mi profesor de relato que "menos" es "más". Es increíble cómo se puede crear tanta belleza a partir de la tristeza más honda. Cada verso es una historia en sí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo desde lo más hondo.
Toda tu voz es pasión, Laura. Te veo viva en cada verso.
ResponderEliminarSin duda lo mejor es tu sensibilidad a la hora de expresar los sentimientos sin caer en el adorno, directo y llano, me gusta,es la primera vez que entro en tu blog y no será la última, gracias por tu desparpajo y no dejes nunca de escribir.
ResponderEliminarte dejo mi dirección por si te apetece leer algo mio. nocheperegrina@blogspot.com