Desmiento la cifra de grandeza
que habitaba en el corazón de náufrago
en el que me sentí atrapada.
Porque quiero estrellar todos los fuegos
contra un muro de insolencia,
de sádicos juegos infrahumanos,
en el que mi piel fue señuelo y fue diana.
Desmentida la cifra, queda la llanura,
Desmentida la cifra, queda la llanura,
de polvo, ácida y caliente...
como si los neutrones de una bomba
hubieran apaisado el horizonte
y no quedara ni una loma, ni un otero,
ni una mácula de excelencia
en la extensión del alma que te amó.
Laura Gómez Recas
Esa maldita llanura de los despojos con todas las huellas borradas la has descrito perfectamente, Laura.
ResponderEliminarPoema rotundo, Laura. Certero. Va directo a la diana, sin rodeos ni contemplaciones. Todo él cargado con la metralla de un lenguaje bello y preciso que envuelve desde el primer verso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Laura, no es necesario ser o sentirse grande. Es mejor ser lo que somos, independientemente de las metas que nos proponemos y que no podemos alcanzar. Recuerdo el pensamiento tan bonito de Celso Emilio Ferreiro:
ResponderEliminarPienso para mí y lo digo:
parece un sueño.
pero todo lo que no es poesía
es irrealidad.
Un beso.
Menudo holocausto Laura, este tipo de poemas que se ponen en jarras y vomitan paisajes tan definitivos, dejan al lector sin armadura.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Marian
Me piden los dedos huerfanos de toda prudencia dejarme llevar por una ssssstupenda retahila de piropos fruto 'causa-efectista' de lo que por un instante tu texto ha despertado tras este ojo de lector cansado... Sin embargo hoy no será así... mejor quedarán mis palabras circunscritas a la riqueza de relieves que bajo la uniforme neblina de metano de titan se esconden, y en esta ocasión me recostaré sereno en la rivera de un lago de etanol mientras dejo que la mortecina luz parda del lejano sol, me recuerde el infinito poder creador del silencio y la nada...
ResponderEliminarUn bsín y gracias por el texto.
Como siempre que paso por aquí, me cargo las pilas por la lectura de buena poesía.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Un saludo.
Lo han dicho antes que yo, Laura: rotundo y certero. Y yo añadiría: bien armado.
ResponderEliminarLaura...es magnífico:las imágenes, el tono, el ritmo, esa cadencia tan tuya.Bravo, reina.
ResponderEliminarEl final impacta...es un enorme canto a darse por completo.
ResponderEliminarbesos.
Gracias, Marcos. "maldita llanura de despojos". ¡Qué bien descrito!
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Antonio, te mando un abrazo inmenso. Me tienes confinada en tu poesía y en esos relatos que, a veces, me aislan cuando los leo.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Fernando... tu bola de cristal... Profundizas tanto que me siento expuesta cuando comentas. Has dado en la diana. Otra vez. No es necesario sentirse grandes, pese que, a veces, esa 'cifra de grandeza' nos nubla la razón. Luego, llega esa llanura... tras la decepción. Los versos de Ferreiro vienen que ni pintados.
ResponderEliminarUn beso y mi admiración y mi ad-oración.
Laura
Gracias, Marian. ¿Quitarte la armadura? Tú sí que eres experta en eso. Tus poemas me la vuelan en pedacitos.
ResponderEliminarBesos Madrid-Barcelona.
Laura
¡Gracias, José Antonio! Es mucho lo que dices...
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Mil gracias, Jose, por entrar y leer. Me importa decir, pero mucho más armarlo bien. Gracias, de verdad.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Marisa... cielo. Cadencia... ¡vaya! Me gusta.
ResponderEliminarBesosss
Laura
Juanra... ¡mira lo que queda luego..!
ResponderEliminarBuena lectura, amigo.
Laura
Extraordinarios recursos tiene tu poesia. Me encantó. Estuve dándole vueltas a tu nombre en el espacio de Marisa, y al fin te leo. Grandioso. Saludos cordiales
ResponderEliminar"Estrellar todos los fuegos
ResponderEliminarcontra un muro de insolencia"
Buen remedio para desmentir las cifras de grandeza que a menudo nos desbordan.
Aún a costa de la llanura desolada que luego queda.
Besos, Laura.
Si está en el pensamiento, hágase con ella funda para que se vea.
ResponderEliminarUn beso, guapísima.
En esa llanura desolada, ya convertida en desierto, pasarán a oasis los espejismos soñados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si el ya no amar es desencanto, gracias a tu poesía desde ahora tambien es encanto.
ResponderEliminarSi de esa forma decis que ya no.
Madre mía, como será un "si"
Un gran abrazo desde el otro lado del mar
(agradecido por el ciberespacio que hace atajos entre la poesía y las almas)
Un placer leerte, Laura
nos vemos
Armagedón de poesía.
ResponderEliminarHija, tienes tantos admiradores de tu poesía (de tu persona también, indudablemente)que vamos a llenar la sala de la Casa de Castilla La Mancha el día de tu recital.Y yo me sentiré orgullosa por haberte llevado. Pero, destaca más veces la convocatoria, ¡tiene que ir todo el mundo! Y los que no vayan, no saben lo que se van a perder! Corazón mío, besos mil. Cristina Cocca.
ResponderEliminarAve, te dejé mi gratitud en tu espacio ayer y me olvidé de dejártela aquí. Te agradezco ese gesto. Evitar la causa-efecto de la lectura y dejarse llevar por la suavidad gaseosa de ese cuerpo celeste tan extraño y vaporoso. Quizás esa relajación de la mirada dentro de la maravilla de la imagen sea también un efecto. Pero más profundo todavía.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Gracias, Jaud.
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas decidido y de haberte satisfecho. Seguimos leyendo.
Besos.
Laura
Jesús... :o) Me encanta...
ResponderEliminarBesosss.
Laura
Felix. Muchas gracias por tu mensaje alentador. Esa es la ruta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Mil besos, Carlos. :o) Me encanta verte por aquí. ¿Tu libro? Espero que todo vaya de perlas, como decimos por aquí.
ResponderEliminarUn beso
Laura
Hola, Ángel. Definitivo.
ResponderEliminarBesos.
Laura
Cris, me alegra que hayas dejado tu impronta aquí. Espero verte más veces, aunque sé que por aquí andas a menudo, peso a no dejar huella.
ResponderEliminarNo te preocupes, daremos la lata para que el día 20, un montón de gente abarrote la sala de mi lectura. De momento, lo he puesto a la derecha del blog.
Besitos.
Laura
Tiempos pasados que a veces arrasan nuestras almas, Laura; que sirvan para un empezar de nuevo.
ResponderEliminarLo has descrito con mucha fuerza narrativa, con mucha intensidad, lo que le da una especial belleza, sobre todo en la segunda estrofa.
Abrazos y que pases un buen fin de semana.
Gracias, Emilio. Tus palabras me empujan... intensidad, belleza... está bien...
ResponderEliminarLo mismo te deseo. Dos días como dos soles.
Un beso
Laura
Me he quedado clavada en tus versos finales: una maravilla.
ResponderEliminarSaludos
Laura,me he permitido poner foto a este poema.La esencia en palabras ya las pusiste tú...
ResponderEliminarUn beso.
Carlos, me encanta la foto que has elegido. Es la imagen de la desolación.
ResponderEliminarUn abrazo, grande.
Laura