Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro.
Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
¡Una pena no poder estar el martes 20 en Madrid para oír tus poemas en tu propia voz! Otra vez será... Tus poemas aquí y en crepusculario, espléndidos. Y tú, a cara descubierta, también. Abrazos
Laura,breve y bello el poema.Sabe a poco...jeje.
ResponderEliminar¿La foto de la señora con gafas eres tú?...
¡Ojos profundos y bellos!..
Un besote.
Sip... soy yo. A cara descubierta.
ResponderEliminarMuchas gracias por lo del poema y por lo de los ojos.
Por lo de "señora", no sé si dártelas... :o)
Un beso.
Laura
¡Una pena no poder estar el martes 20 en Madrid para oír tus poemas en tu propia voz! Otra vez será... Tus poemas aquí y en crepusculario, espléndidos. Y tú, a cara descubierta, también. Abrazos
ResponderEliminarBuena idea lo de un poema cada día. De momento he leido dos, a cual mejor. Seguiremos pasando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu elogio, Azul.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Mil gracias por tu fidelidad, José Antonio.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Un delicia el carrusel de imágenes...
ResponderEliminarLos sueños rotos a la puerta de la mirada amada, y la impotencia del que lucha desnudo contra las tormentas que rugen en otras almas...
"Leña de estrella, y fuego bajo la lluvia de lágrimas..."
Repito una de-li-cia.
Gracias.
Mil garcias, Ave. Esas metáforas que reseñas me gustan. Son la clave poética del poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Laura