Fotografía: Brandan
Llego con una deriva en los ojos
A Mariano José de Larra
en un Réquiem de Otoño
ante su tumba.
A ti...
De la muerte, un peso como de hojas
de este otoño que muere a tramos lentos
y da tregua a la caricia de la luz.
De la muerte, un incesante llanto,
De la muerte, un incesante llanto,
la inclemencia larga y desbocada
del grito que ahogaste en desamor.
De la muerte, toda la soledad,
ruido del hueso, cáliz oscuro
a la palabra nacida entre los labios,
yugo del tiempo que te encierra.
Llego con una deriva en los ojos
hacia el crujir absoluto del árbol
que no tarda en llorar hojas muertas
al encierro que de ti yo estoy llorando.
Te siento ese silencio entre costillas,
Te siento ese silencio entre costillas,
ese ser sin síntoma de vida,
ese entrar y salir como una nada
desde la pelvis al molde del cerebro.
Ya estoy aquí, ya somos dos
Ya estoy aquí, ya somos dos
por recibir el barrunto de la lluvia,
por disociar la memoria de lo seco.
Mientras vuelves,
Mientras vuelves,
yo sujetaré la tierra
embadurnada con las letras de tu nombre,
sostendré con las manos el mordisco,
arrancaré el pulmón al fondo estrecho
hasta ser línea de ti, reglón marchito
entre hojas que del ocre nos musitan.
Laura Gómez Recas
Fotografía: Brandan
Perfecto, rico en imágenes, sugerente y... con ese ritmo, esa música que tiene tu poesía. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Miguel Ángel. Música...
ResponderEliminarYa sabía yo muy bien que sabes escribir poemas espléndidos. Este es uno de ellos. El último descendiente de Larra fue y es amigo mío. El me impulsó a leer sus obras a los diecisiete años. ¡Leer a un periodista! Mi primera experiencia. Luego se convirtió en vicio (González Ruano y tantos otros...) Lástima que personas así sean, como nosotros, mortales. Pero siempre quedan poetas de nuevas generaciones para recordar. Gracias por tu poema y un abrazo.
ResponderEliminarPeso, llanto y soledad.
ResponderEliminarPresentas ontensamente la deriva de los ojos, el íntimo silencio, la aceptación de la lluvia.
Hay recuerdos y homenajes emocionados, como este tuyo, en los que arde el ocre de las hojas de todos los otoños.
Besos.
"De la muerte, un peso como de hojas
ResponderEliminarde este otoño que muere a tramos lentos
y da tregua a la caricia de la luz."
Es perfecto, Laura. Besos
Marisa (Brandan)
¡¡¡ Bellísimo Laura, me hubiera encantado escucharlo en ese ámbito pero no pude llegar a tiempo y me volví, Felicitaciones!!!
ResponderEliminarMagnífico, Laura. Me dejas sin palabras. Como dice Miguel Ángel, un poema miu rico en imágenes. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Laura por tu comentario.Es esperanzador que donde tú ves un desierto otros vean un vergel .
ResponderEliminarEste es un profundo poema.
Un beso.
me queda todavía algún paisaje por descifrar entre tantos bellísimos en este magnífico fluir...
ResponderEliminarMuy buen poema, Laura, y muy buen homenaje.
ResponderEliminarSigo tus pasos y veo que no paras.
Eso me gusta.
Un abrazo fuerte.
Es imposible leerlo, Laura, y que no "cruja" algo muy, muy hondo. Es bello, pero lo mejor es que transmite sentimiento, admiración y respeto. Enhorabuena y toda mi envidia ;-)
ResponderEliminarBesazo.
Ps. he intentado ver las fotos en el enlace de arriba y sólo veo anuncios de bicicletas, una de dos: o soy muy torpe (que lo soy), o algo falla en el enlace. Volveré a intentarlo.
Fernando!! Te hubiera encantado estar allí. Te lo aseguro. Es algo que te hubiera llenado.
ResponderEliminarFue emocionante. Para mí, muy intenso. Larra es parte de mí desde que le leía con 17, 18, 20 años. Hacía tiempo que no volvía sobre él y esto me ha traído la emoción de nuevo. Sentir la literatura como algo único y propio. Seguro que me entiendes. Seguro.
Un beso
Laura
Ybris, se lo escribí a él. Quería hablar con él. Decirle.
ResponderEliminarDe modo que cuando tenía el poema casi armado, me fui al cementerio para visitar la tumba en soledad. Luego fue fácil. Salió solo.
El "mordisco" fue involuntario: es una alusión a la elegía a Ramón Sitge... se me vino al verso "sostener ese mordisco a la tierra".
Besos.
Laura
Estela!! Te estuvimos buscando todo el rato. Ángeles no sé si te llamó. Nos extrañó tu ausencia... te extrañamos.
ResponderEliminarUn beso enorme
Laura
Marisa, me alegro que te haya gustado. Tiene mucho de esa fotografía vuestra el poema. El comienzo... es todo ella. Ese peso como de hojas, ese peso...
ResponderEliminarUn besazo y mil gracias, siempre!!
Laura
Gracias, Marcos. La que se quedó casi sin palabras fui yo. Emocionante!!
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Paloma. Celebro que te guste tanto.
ResponderEliminarYa he arreglado el enlace de las fotografías de Javier Jimeno. Por lo visto, no vale sólo con copiar la url, hay que enlazarla o te sale cualquier cosa :o)
Besos, besos.
Laura
Carlos!!!! Gracias por entrar por aquí!!
ResponderEliminar¿Un desierto? :o) Te pasa como a mí con mis poemas... es una tortura porque nunca los veo bien... siempre estoy con el "me falta", "no llega", "podría ser mejor"... y siempre me sorprende que gusten. Incluso me da miedo leerlos cuando ha pasado tiempo... porque me he alejado de ellos emocionalmente y soy más objetiva. Salvo muy pocos!!!
Tu fotografía me impacta. Casi siempre... Y es un privilegio poder comunicárselo al autor. Es algo que no he podido hacer nunca hasta que entré en este mundo abierto: el de internet y el de los círculos literarios en los que me muevo. Es fascinante decirte lo que me das.
Un beso.
Laura
Yuli, gracias por tu aliento. Descifrar... es una reflexión sobre su muerte, sobre la muerte; luego, una reflexión sobre mi ánimo; luego, una alusión a su artículo, a ese "silencio" que se sobredimensiona cuando estás sobre su tumba; y, por último, una complicidad con él, como si le fuera a rescatar de la tumba, de la muerte; o como si él me llevara con él. "Ya somos dos, ya estoy aquí" ... y el final...
ResponderEliminarEso es lo que quiero decir entre tanta imagen y tanta metáfora. No lo puedo evitar. Me sale casi más fácil que decirlo como te lo acabo de decir. Quizás porque el lenguaje poético va siempre más allá, mucho, mucho más allá.
Un beso.
Laura
Gracias, José Antonio. Valoro mucho tu opinión. Ayer te visité, por fin. No he tenido casi tiempo. ¡Claro, porque no paro! Sin querer, salen y salen cosas... y todas me apetecen.
ResponderEliminarSupongo que eso está bien... porque son cosas que te llenan mil vacíos.
Besos.
Laura
Un poema realmente bello y estremecedor.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Narci. Fue estremecedor leerlo allí. Un grajo levantó el vuelo y graznó (¿se dice así?), mientras yo estaba leyendo. Pasó por delante... Y sonó enorme entre el silencio.
ResponderEliminarBesos.
laura
Laura, me encanta tu poema de la muerte. Al final me lo perdi por estar algo vaga. Me acorde del dia y la hora, pero como hacia niebla, me entro pereza ir hasta alli. Aunque pense que la niebla era lo ideal para tanto romanticismo
ResponderEliminarUn abrazo
LUz
Luz, te hubiera gustado. Estoy segura. alfinal, la niebla levantó: "mañanita de niebla, tarde paseo".
ResponderEliminarGracis por tus palabras. Un beso enorme.
Laura
¡Genial, Laura! Qué decirte si lo viví en directo, si me llegó tu emoción y se hizo mía y del otro, y el otro, otro, otro más. Y todo lo inundaste.
ResponderEliminarUn beso grande, amiga.
Aquí sólo falta tu voz; fué una mañana llena de emoción; te (os) acompañamos en ella. Os hice este poema que colgué en mi blog:
ResponderEliminarCementerio Sacramental de San Justo,
hoy, Domingo, 12 de Diciembre de 2010.
Hoy los muertos estaban menos solos.
Un ramillete de bellas y enlutadas damas,
graciosas ellas, en su vestir de negro, y arte, en/
su decir poético, con maestro de sobrio
porte, con capa, bastón y chistera,
han roto el silencio entre tumbas, nichos, panteones
y cipreses, apuntando al cielo -sus raíces
al misterio, a las tinieblas, dominios
de la muerte-
Han dejado sus versos, sus rosas y respeto
al frío de las losas, adornadas
con nombres notables: Bécquer, Campoamor
Espronceda, Hartzenbush, Larra...
Los versos emanan frescos, como si hoy fuera ayer,
en su actualidad eterna .
Los aplausos han hecho eco, como batir de alas,
frente a los muros que cobijan nichos...
Ya aprovecho a desearte unas muy felices fiestas.
Besos.
Ángeles, gracias.
ResponderEliminarNo sabes el brinco que me dió el corazón cuando vi ayer el texto de Larra en tu carpeta.
Era genial compartir ese día contigo.
Jorge, mil gracias. El poema es un signo claro de que te gustó el acto y de que lo viviste con intensidad.
ResponderEliminarMe encantó veros allí y poder compartirlo con vosotros.
Un beso
Laura