Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
Sólo piedra y liquen soportan
el peso del pensamiento,
como sábana ancestral
donde posarse.
Un manto lunar arropa
lo que soy, lo que de mí queda
bajo la herida de muerte
que vomita el alma.
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada.
©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Hermoso, Laura. Aunque triste. Un abrazo. milagros
ResponderEliminarLa poesía tiene ese don, puede hacer belleza con la tristeza.
ResponderEliminarLaura
y saldarás las ausencias con el vacío?...peso a peso todas las caricias que se fueron serán de piedras y de fuego?...ahora sentado sobre la plena soledad mirate las manos y preguntales que esperan...ese es el sendero.
ResponderEliminarbesos
f.
Fernando, no es el vacío exactamente el final del trayecto, sino uno de los lugares del tránsito que se padece en algunos momentos. Por supuesto, hay que moverse, pero hubo un tiempo en el que la sensación de pender de la nada era la que reinaba.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, gracias.
Laura
Que belleza
ResponderEliminarluchando, pujando
para sobrevivir
en medio de la terquedad
y las injurias.
Precioso ♥
Laura, maravilloso poema...Es un lujo leerte y un verdadero regalo haber encontrado el camino que trae a tus versos.
ResponderEliminarVerbo, gracias por tu visita, por tu opinión y por ese corazón.
ResponderEliminarLaura
Marisa, me alegro que te haya llegado el poema. El lujo es teneros a vosotros.
ResponderEliminarUn beso grande.
Laura
Es verdad que a veces se tiene esa sensación que relatas de quedarte exhausta, pero después se vuelve se vuelve a retomar la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Luz. Es un trámite ante algo que no te esperas y deja el alma en suspenso. Tengo muchísimos poemas al respecto, un poemario, realmente. Sólo un trámite para asimilar, pero hay que pasarlo. Quizás sea ese el lugar del que muchos no consiguen salir.
ResponderEliminarUn abrazo, de Laura
paz sin más...
ResponderEliminarLogras Remover el Sentir
ResponderEliminarA través de Tus Palabras
Llevando a Convertir Los Silencios
En Cantos que Avivan al Alma
Por Todo Cuanto Siempre Compartes
Gracias.
Besos Mil,una vez más
Desde Mi Siempre Eterna
Y Amada Oscuridad.
Laura, me gusta mucho la atmósfera en la que envuelves la llegada de ese tránsito. Ese tálamo, lecho del amor, lo trasnformas, o al menos a mí me lo parece en una tumba ( aunque no sea para acoger la muerte real sino simbólica). Me recuerda un poco al romanticismo español del XIX que tanto me gusta.
ResponderEliminarUn beso
Alguien que escribe como tu, Laura, necesita siempre más batallas.
ResponderEliminarEstoy seguro que tu tienes la fuerza necesaria para vencer a todas.
Abrazos
Hola, Migul. Me alegra verte por aquí. Sí... paz. Ése es el final del poema. No sé si entera, pero sí la mía.
ResponderEliminarLaura
Gracias, Ángeles. Todo lo que dices, lo dices con poesía...
ResponderEliminarLaura
Rosario, has cogido bien el sentido. Es una metáfora. El lecho transformado en piedra y liquen, la muerte del amor, la imagen de la tumba y la extrañeza...
ResponderEliminarBesos.
Laura
Argos, muchísimas gracias por esa apreciación, no sé si la merezco.
ResponderEliminarUm beijo
Laura
Uy, no son tristezas lo que más me convienen hoy, pero la tristeza en este poema se siente llena de paz
ResponderEliminar"Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
......................
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada."
Bellas imágenes esas en que asemejas el lecho que acogió al amor con la tuma cuando se nos muere y es verdad que lo que apetece es el vacío, aunque sea transitoriamente porque luego, Laura, creo que tu también eres de las que vuelve a la batalla.
Un placer entrar en tu vacío y un abrazo porque aunque, a veces, creamos que no lo necesitamos nunca vienen mal.
Un beso que te llegue al corazón
Ana
No sé por qué o quizá sí lo sepa. Creo que conecto bien con tus poemas, que los entiendo y los vivo. Y, cuando haces una apreciación de los míos, creo que a ti te pasa igual.
ResponderEliminarLo importante, es transformarse en el vacío como si de un útero se tratara y renacer de nuevo, aunque sea con los "muros invisibles" de tu maravilloso poema (llenos de esos "tactos" que nunca se van).
Un beso grande
Laura
Cielo has sabido dibujar con exactitud el vacio.
ResponderEliminarEl sentimiento de desubicación.
Un triste pero a la vez calmo poema.
desde el amor desvalido.
Un placer leerte
besoss
Leni, me encanta cómo lo has percibido. Es exactamente eso.
ResponderEliminarLaura
Laura, que bellas imágenes las de esta poesía...es formidable tu estilo...un abrazo muy fuerte de azpeitia
ResponderEliminarGracias, Azpeitia. Es un poema muy importante. Un poema de un momento bisagra en mi vida. Me alegro que su factura te haya complacido.
ResponderEliminarBesos.