Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro.
Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
Un lugar estupendo el de "Los diablos azules", tanto para exponer como para leer. Si tuviera el día libre me escapaba a Madrid...
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