He prometido un sollozo a la mañana
por embadurnarme entera de caricias.
El llanto del frío en los ojos
toma asiento en el pulmón
y exhala
un golpe arrítmico que ofrendo
al frescor intenso que amanece.
Laura Gómez Recas
Fotografía: Jaime G. Recas
Sublime. Ciertos días tu poesía me recuerda la poesía de R. Char.
ResponderEliminarPrecioso amanecer y amanecerse.
ResponderEliminarUn beso
Gonzalo
Suspiros de amor para un amanecer que nos renace de nuevo, dulce sollozo de vida y sentimiento.
ResponderEliminarBesos
Laura, lo que el lector cree, puede o no ser real pero te imagino andando por las frías calles de Madrid exhalando el vaho y lagrimeando; con bufanda,abrigo y deseando tomarte un café en un local acogedor y cálido. De cualquier manera ¡Con qué sensibilidad escribes, puñetera! Un besazo.
ResponderEliminarUltimamente, querida amiga, tus poemas se me antojan plegarias exquisitas que desafían la gravedad al elevarse.
ResponderEliminarUn beso grande.
Efectivamente. He leido tu poema y despues el comentario de José María y sí tiene un cierto aire a René Char, esa abstracción y el ritmo.
ResponderEliminarMuy buen poema, Laura, te felicito.
Estupendo amanecer, Laura. Nos has contagiado ese frescor y ese sollozo.
ResponderEliminarToda tú eres poesía, incluso cuando lloras, y más caundo se desliza esa lágrima.
ResponderEliminarBesazos
Aún recuerdo aquella voz quebrada junto a Larra. Por ello no me es tan difícil imaginar un sollozo tuyo, siendo tan simpática. Ese esfuerzo por el sollozo bien merecen esas caricias.
ResponderEliminarYo te envío besos.
Uno de los poemas más redondos que te he leído últimamente.
ResponderEliminarBesísimos, Laura!
Marian
Una promesa, bordada con una exquisitez tremenda.
ResponderEliminarTambién me parece de lo mejor que te he leído.
Besos, mujer ocupada.
Una ofrenda hecha de dulces lágrimas y versos.
ResponderEliminarBesos.