"Sobre el cuerpo de la luna
nadie pone su calor..."
(M. Hernández)
No hay calor sobre la luna
que vierta el corazón
hacia tu piel.
No hay amor sobre el fuego
que guarece tu voz
en la garganta,
ni dedos de mesura
que engarcen nuestras perlas
en un hilo.
No hay luces en la aurora
tan sólo noche,
no hay labio sobre el labio
enardecido,
ni secreto a guardar,
ni lumbre eterna
sobre este cuerpo abierto
hacia tu cuerpo.
Hay ansia en las manos,
ramaje desleído,
alma enferma de apego
y un octubre imposible,
desmayo en amarillos,
esclavo de los vientos
que a las hojas dan muerte
con un beso sin mácula,
sin tacto.
Laura Gómez Recas
imposible pero real
ResponderEliminarun beso, querida amiga
"ramaje desleído"
ResponderEliminargenial.
Un besito, Laura.
... La luna dando pie al desamor
ResponderEliminar¿que tiene la luna, española, que hasta la desolación que nombrás es bonita si ella alumbra?
Siempre es un gusto, Laura.
Estiro mis brazos
Sin tacto,
ResponderEliminarpero hay tanto,
tanto...
en tu palabra.
Un beso.
Octubre imposible...
ResponderEliminarTan imposible como el contacto que se evita.
Me gusta!
Quizás no se halle luna cómplice, ni fuego que cobije el frío, ni luces que alumbren un destino, ni manos que tomen la ofrenda; pero es más importante que la luna siga esperando, que el fuego no se apague, que se vea a lo lejos una luz y que tus manos esten abiertas... ¡Precioso,como todos! Con la sensibilidad que te caracteriza. Un beso
ResponderEliminarEl tacto renace en la fuerza y delicadeza de tus versos, y no sólo se palpan sino que se desgustan en todo su sentido.
ResponderEliminarBesos
Me ha encantado Laura. Tus versos sí que palpan con tino los caminos de la poesía. Un abrazo poeta.
ResponderEliminarnoches de otoño cantando a la soledad...
ResponderEliminarNo hay palabras que puedan explicar cabalmente la belleza de ese poema...El silencio emocionado tras la lectura es el mejor comentario...Besos.
ResponderEliminarEstaba segura de haberte comentado el poema, lo recuerdo porque me impactó y de hecho volvía porque quería releerlo... en fin. Una joya, Laura.
ResponderEliminarBesazo.