Inclino la sangre en el cauce que navega su corriente para acercarme a las orillas y serme en la gelatina de la carne, y notar mi vientre y su desmesura, y soldar las fibras como atadura de lo etéreo para no volatilizarme.
Siento que me vuelo cuando te sostengo sobre la piel de mi cuello.
Laura Gómez Recas
Imagen: "Fast Gas Bullet from Cosmic Blast N49"
Te rpesentas muy etérea en estos versos, casi volátil. Me gusta.
ResponderEliminarQuerida Laura: quién pudiera ser etéreo en estos momentos en que la carne se desmesura, pero, como tú dices,soldar las fibras para no volatilizarme. Un beso.
ResponderEliminarVersos largos, largos. Me gusta esa madeja. como una nebulosa, que me ha obligado a varias relecturas. El verso final, si no es pensado, te ha salido redondo.
ResponderEliminarPara que luego digan que no hay inspiración.
Esta vez quiero ser algo quisquilloso y tal vez no me suene bien "serme", aunque no hagas mucho caso, pues el oido nunca ha sido mi fuerte.
Un abrazo sincero.
Sólo si te haces de Sangre y entras inundándolo todo... "El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas " (G.Gª Márquez)
ResponderEliminarAtarse a lo etéreo es algo así como adentrarse en la eternidad.
ResponderEliminarEl cierre es magistral.
Un beso etéreo.
Gracias Marcos. Lo etéreo es lo inaprensible, lo que está dentro y se nos escapa en los suspiros.
ResponderEliminarBesos.
Laura
:o) Fernando... Sonrío. Atemos, atemos, no sea que nos disipemos.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Laura
José Antonio... :o) ¿lioso? ya sabes... me lío con las palabras, las cruzo, las desarmo de su lógica. Pero sí, sin pensar.
ResponderEliminarDe hecho está escrito sin versificar. De corrido. Prosa poética o poesía horizontal. Le puse la coletilla porque es un pensamiento, sin retocar.
El "serme": lo uso mucho. Hacer reflexivo el verbo ser, implica darle más fuerza. Es una licencia con la que últimamente me siento bien. Debe ser la necesidad.
Un beso y, sí, sí, sí te hago caso...
Laura
¡Ay, Juanra! ¡Vaya comentario! Debería unirlo al poema.
ResponderEliminarTodo verdad: la sangre y la cita de Gabo. ¡Dios, qué cita! Ni hecha adrede.
Un beso.
Laura
Gracias, Noray, por tu reflexión. La eternidad en un circuito cerrado, dentro, para que no escape.
ResponderEliminarBesos.
Laura
Me lo tengo que leer y releer y releer... me sugiere: agarrarme al suelo,palpar mi cuerpo, que la ilusión-desilusión no me lleve, que me quede con la sensación... ¿cuantas fibras más tocarás, querida Laura?
ResponderEliminarNo te volatices, sigue inundando de corriente cada fibra que navega por tu piel.
ResponderEliminarMe gusto tu pensamiento
Un beso
Yuli, es un placer sentir que lo que se escribe ha conseguido empapar a alguien. Y esto es lo que he sentido cuando he leído tu comentario. ¡Qué lectura la tuya! Enorme. Me siento pequeñita y, a la vez, llena, llenísima.
ResponderEliminarTu amistad es un tesoro.
Laura
Gracias, Sneyder. Procuraremos no volatilizarnos. Es un deber sentir lo físico para no morir en el estado gaseoso. Aunque, quizás, a veces, sólo a veces, podríamos pensar que sería una buena forma de vivir la muerte.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Madre mía Laura... así como quien no quiere la cosa, acabas de dejarme babeando ante la pantalla...
ResponderEliminarAbrazos y Besos
Marian
Memorable poema.
ResponderEliminarSe nota que, aún más sentido que pensado, no se habría nunca expresado de no haberse antes pensado.
Las palabras que precisan el sentimiento delatan la precisión del pensamiento.
Besos.
:o)
ResponderEliminarUn besazo, Marian.
Hola, Ybris.
ResponderEliminarTienes razón. Pero me refiero a que es un pensamiento natural. Salió así. En una necesidad de expresarme conmigo misma. El pensamiento ordena las palabras casi de frma instantánea. Si lo hubiera pensado después, hubiera partido el texto en versos, hubiera quitado las asonancias... hubiera hecho otra cosa.
Preferí dejarlo así, con la precisión exacta del primer pensamiento. Sólo cambié una cosa: la palabra "tengo" por la palabra "sostengo".
Un beso.
Laura
Juraría que yo ya te he hecho un comentario a este poema, sin embargo, no me veo por aquí. ¿Dónde ha sido?, porque yo ya lo he leído, no podría olvidaro. Recuerdo también que el comentario iba en el sentido de lo bien que combinas lo sensual con lo duro y fuerte. Es que es la misma impresión que me vino también al leerlo ahora.
ResponderEliminarBesossssss
:o) Pues sí... ya lo habías leído y comentado; pero en facebook.
ResponderEliminarDe todas formas, me encanta verte por aquí.
Un besazo.
Laura
Un placer volver a leerte en calma.
ResponderEliminarGracias, Ángel, por la calma, sobre todo por la calma.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Tu atadura es preciosa... y ese serme, o sea: hacerte a tí misma hasta ser, hasta poseerte, y ser en tí misma y para ti... me parece interesantísismo.
ResponderEliminarY la paradoja de "las ataduras etéreas", que nos acerca a la verdad (casi todas las paradojas lo hacen, creo): las ataduras etereas atan más porque interviene la propia voluntad de estar y ser así ("serse").
gracias
Tus palabras son las que vuelan, porque hacen volar los ojos.
ResponderEliminarUn Beso
Gracias a ti, Gonzalo, por tu lectura, tan minuciosa, tan certera... Creo que has cercado el poema hasta hacerlo propio, y eso me gusta. Ese reflexivo forzado es ficticio sólo en el lenguaje formal; en el mundo semántico es complejo y está lleno de matices profundos.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, compañero.
Laura
Edu, me encanta que te hagan volar mis palabras. Yo que te tenía por alguien poco volátil... te estoy redescubriendo últimamente.
ResponderEliminarBesos, encantados.
Laura