He perdido una cuenta de collar entre los senos.
Resbaló, traidora,
como gota de ámbar,
imparable su descenso hasta mi alcoba.
Creo que el calor la derritió
porque hay un sabor a miel
sobre tus labios.
Laura Gómez Recas
Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro. Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
wow amiga, versos llenos de dulce pasion!
ResponderEliminarun abrazo
Se derrite con los recuerdos impregnados.
ResponderEliminarSabrosos labios que tanto rastro de dulzura guardan tras su paso por el cuerpo amado.
ResponderEliminarBello y sugerente registro del camino de una perla perdida y hallada a fuerza de deseo.
Besos.
Querida Laura, que te pasas...Hace tiempo que no leía una poesía tan sugestiva. Cuando ya me he recuperado de mis lesiones gracias al mar y al sol, leerte es rebnovar mi amor popr la vida. Un gran beso.
ResponderEliminarVaya, muy sugerente.
ResponderEliminarYa se empezaba a extrañar tu poesía.
Un abrazo.
Laura...qué belleza, que sensualidad.Podría casi tocar esa gota...Bravo poeta querida.
ResponderEliminar¡ Cuántas cosas se pierden entre los senos! pero pocas veces con la elegancia con que tú lo haces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué hermoso y apasionado poema. Una abrazo
ResponderEliminarno me voy a repetir, bueno sí, SENSUAL LAURA.
ResponderEliminarInicias el curso poético de la mejor manera, con buen humor y mucho aire, mucho, a los sentidos. Cumplir años parece que te sienta bien y me alegro.
un beso grande
.
Gracias, Mery. Tu "wow" desde Miami... me encanta.
ResponderEliminarBesos.
Laura
Meri Pas, lo has hecho trascendente con tu lectura. Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Ybris, tus comentarios descifran el sentido exacto de mis palabras. Siempre lo haces. ¡Cómo me entiendes! Mi lector excelente.
ResponderEliminarUn honor ser leída por ti.
Besos.
Laura
Fernando, así te quiero ver, renovado. Me alegro de que hayan cicatrizado tus heridas y de haberte sugerido con este poemilla que la vida respira... aún respira... respira...
ResponderEliminarBesos enormes.
Laura
José Antonio, gracias.
ResponderEliminarMe tengo que poner al día en mis lecturas blogueras. Estoy deseando visitarte. Nos vemos.
Un beso.
Laura
Marisa, :o) Retomamos lo que dejamos. Me encanta que vengas.
ResponderEliminarUn besote.
Laura
Gracias, Laura.
ResponderEliminarSí, se pierden muchas, pero algunas, felizmente. Este es el caso.
Gracias por tus palabras y por tu lectura, de verdad.
Un beso.
Laura
Gracias por tu visita y por tus palabras, Jaud.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Alonso, bueno... te repites, pero está bien. No lo puedo evitar. Sale así.
ResponderEliminarY sí, me sienta bien cumplir. Me encanta cumplir y hacerme vieja, mayor, madura, una suma. Nunca una resta.
Un beso enorme.
Laura
La sensualida resbala
ResponderEliminarsilenciosa y se desliza,
desde tu poesía
hasta el tibio lar que las cobija
retinas adentro,
cada vez que el lector cierra los ojos.
Estas cosas achican el mar.
Lo nuestro es el abrazo, española, siempre el abrazo
Gracias, Carlos. Achicar el mar con la palabra es casi un milagro. Suena muy bien y se siente mejor.
ResponderEliminarAbrazo de palabras. Feliz por tu lectura.
Laura
Tremendo Laura. Como dice Fernando muy sugestiva. La poesía erótica es de un difícil tratamiento en el que tú, no cabe la menor duda, eres una maestra.
ResponderEliminarGracias, Marcos, es un placer tenerte por lector. Te echaba de menos.
ResponderEliminarUn beso.
Laura
¡Dios! que me arrastra esta sensualidad... pierdo la cuenta de mis pasos. Feliz de reecontrarme con tus palabras, querida Laura.
ResponderEliminar¡¡¡ Guauuuu !... querida Laura, haces que los pensamientos se disfracen de color ambar y rueden sin freno. Me encantó.
ResponderEliminarUn beso.
Yuli, feliz yo, por volver a verte aquí, dejando huella.
ResponderEliminarUn besazo
Laura
Hola, Terly. Tu visita siempre me alegra y si te ha encantado el poemilla, mucho más...
ResponderEliminarUn beso.
Laura
Un regalo para los sentidos, Laura. Besos
ResponderEliminarBrandan
Tu fotografia, Brandan, se adapta perfectamente a las palabras. Tal para cual, el ámbar, en ambas, es una metáfora.
ResponderEliminarUn beso y mil gracias.
Laura
Tu poesía, como el ámbar, flota en un mar colmado de belleza.
ResponderEliminarUn beso.
La sensualidad elegante es un don que tu poema destila despacito, despacito...
ResponderEliminarBesos
Marian
Una delicia volver a encontrar tus versos. Siempre he pensado que es la poesia la que nos busca a nosotros, quizá porque tiene la capacidad de llenar esos pequeños poros que la vida abre sobre la piel de nuestra existencia, es como la gota de ambar de tu poema, el sello perfecto para evitar las fugas del espíritu que vive dentro.
ResponderEliminarGracias.
Noray, me encanta que vuelvas por aquí para dejar tu dulzura sobre mi blog.
ResponderEliminarUn beso
Laura
Marian, me encantó ese "despacito"... :o)
ResponderEliminarBesos
Laura
Ave Mundi, qué buena reflexión. Quizás tengas razón. Y me alegra inmensamente que mi pequeño poema haya ido a tu encuentro.
ResponderEliminarBesos.
Laura
Realmente fascinante.
ResponderEliminarLa sensualidad y el erotismo, (los mismos que que te brotan por los poros y por los ojos permanentemente)se visten con exquisita elegancia en este poema que es...
que eres tu misma hecha palabra.
Gracias, Armando. Creo que te excedes. :o) Pero tu lectura me reconforta. Es un poema chiquitín, de corta factura y tú eres en eso un experto. Me alegra que estés.
ResponderEliminarBesos. Llévatelos a la playa de Gijón y deja alguno allí.
Laura
Sensible y bella como todas tu producción poética...un beso de azpeitia
ResponderEliminarGracias, Azpeitia... otro...
ResponderEliminarLaura
Probablemente es de lo mas precioso y sugerente que he leido desde hace mucho.
ResponderEliminarun abrazo de el regalo de tu presencia.
Mil gracias, 'regalo de tu presencia', por tus poalabras. Me alegra que hayas desmenuzado el poema. Cae rápido. Pero tiene una densidad profundamente sensual. Así lo quise. Es de lo poquito que no me suena mal cuando lo releo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura