entre la polvareda de los pasos
de los que esparcieron el color del desierto
sobre la piel y el tiempo de mi hijo.
Ahora sólo tengo el silencio entre mis brazos,
llaga investida de mutismo que reverdece
en el predio atosigado de mi estómago
y se entalla en la garganta con pecíolos de afonía.
Palpo la sed de la salmuera, sobre el párpado,
con la yema táctil de mis ojos.
No quiero entender por qué se van…
Acuno salobridad porque me falta el riego,
se van porque vinieron con el silencio…
Laura Gómez Recas
Israel ha completado hoy la retirada de sus tropas de Gaza, donde inició una ofensiva el pasado 27 diciembre que ha causado 1.300 muertos.
Me gusta lo que escribes,en particular,la idea de ir hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que nos sostiene.Tedejo un beso.
ResponderEliminarHola Laura, me ha encantado tu poema sobre Gaza, y agradezco tu visita por mi blog, así como el premio que me has concedido y que agradeceré en mi próxima entrada.
ResponderEliminarMe alegro de conocer a una compañera de poesía.
Muchos besos
Ya te he enlazado en mi blog, y estoy enamorada de la definición que has hecho de la poesía en tu perfil.
ResponderEliminarBesos
Canto desesperado para lo que no tiene remedio Laura, el hombre hará siempre la guerra, lo lleva en los genes....la guerra está en las carreteras, en las calles, en los barrios, en las comunidades de vecinos, en el trabajo, en la maldita política...Quisieron llevarme de instructor paracaidista a Egipto...en aquel momento me pagaban 600.000 ptas. al mes...pero no caí en la trampa...muy bello lo que has escrito y con esa especial sensibilidad tuya que hace tan especial el leerte...un beso de azpeitia
ResponderEliminarEstaba muy dolida cuando escribí este poema, Azpeitia. Fue una retirada absurda, como todas las retiradas que se hacer después de haber abierto el fuego. Es tan inútil... todo.
ResponderEliminarMe alegro de que no fueras.
Besos.
Laura