Una jauría de besos sublevados
subyugó el tiempo y el espacio,
arrinconándolos no se sabe dónde:
si entre los dedos de las manos,
si entre los labios imantados,
si entre los pechos inundados
o directamente fuera,
dejando aislados los dos cuerpos,
trasladados al limbo de la nada
donde nada es casual y transferible
donde todo es rotundo en su certeza.
Y en aquel lugar irreversible,
las dos mentes fundidas en su mundo,
se invadieron con la firmeza del tacto,
con sueños mutilados y acallados
y un manantial de urgencia
que emergió sin hallar cauce
para viajar en libre torrentera.
Una jauría de besos sublevados
penetró en el abismo de la vida,
amotinada brasa que a su rastro
calcinó la ciénaga decente
y el contrato espurio y apropiado.
©"La dársena", Laura G. Recas
Yo tengo en una prosa poética "un pelotón de besos desordenados" y sí los sublevados y los desordenados son bastante peligrosos, jajajaj
ResponderEliminarUn gran placer poder disfrutar de estos besos tan revoltosos que ni siquiera se saben a dónde han ido a parar.
Un beso que te llegue al corazón
Ana
La Pasión Latiendo en el Beso
ResponderEliminarEse que Dibuja La Sonrisa del Corazón
Ese que Difumina Los Miedos
Ese que Incinera la Frialdad de la Razón.
Es Precioso Laura
Lleno de Ternura y Arrebato Emocional
Suave de Delicado
Como Cada Verso que Creas desde la Infinidad
Besos Mil,una vez más
Desde Mi Siempre Eterna
Y Amada Oscuridad.
Ana, ¿qué te decía yo ayer? Lo de las conexiones. Es increíble. Casi la misma imagen.
ResponderEliminarUn beso, Laura
Ángeles, sí, el beso incinera la frialdad del corazón. Aunque sólo sea durante el tiempo que dura...
ResponderEliminarLaura
Precioso Laura. me encanta como escribes. Un beso. milagros
ResponderEliminarGracias, Milagros.
ResponderEliminarSublevados, desordenados, peligrosos, descabellados, incinerantes, hambrientos, lujuriosos, atropellados, revoltosos, inguinales, humbilicales, yugulares, etc etc como sea, !!amos, dueños y esclavos!!!
ResponderEliminar¡Ay, Mónica! Los besos... No todos, sino éstos...
ResponderEliminarLaura
Digno de una pasión que desafía al fin de los tiempos.
ResponderEliminarUn saludo
Besos que juegan a marcharse y a volver .
ResponderEliminarA marcharse a veces sin querer.
A volver a veces sin querer.
Besos que aún pareciendo nada lo son todo.
¡Divinos besos!!
me encantó este poema.
"dejando aislados los dos cuerpos,
trasladados al limbo de la nada
donde nada es casual y transferible
donde todo es rotundo en su certeza"
Perfecto...
besosososos
Felíz fín de semana
Antonio, gracias por tu visita, me encanta leerte aquí. No sé si el fin de los tiempos, pero desafía a todo eso que maldigo en el poema que más abajo se titula así.
ResponderEliminarUn abrazo, de Laura
Leni, muchas gracias por haberte detenido en mis poemas. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarTe mando un beso para el "finde".
Un buen poema de resentimiento, diría yo, una queja por cómo se desgastan con el uso, por fortuna, no siempre, pero más de las veces. Lo expresas bien y se lee con buen ritmo.
ResponderEliminarSegún mi apreciación, creo que donde dice caudal, quisiste decir cauce. Tú dirás.
Mi beso, amiga (Éstos no se gastan porque son al aire)
Carlos
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Querido Carlos, gracias por el apunte del caudal. Tienes razón, es un error imperdonable, del que no me había dado cuenta. Ya está corregido.
ResponderEliminarNo es exactamente el desgaste del beso de lo que habla el poema. Es un arrebato sin "cauce", Carlos. Ese cauce que necesita la pasión y que los contratos y la decencia taponan. Algo así, no deberíamos dejar que se taponara nunca.
Por cierto, sé capturar besos al aire. Te mando la réplica.
Laura
arden estos besos Laura, salvajes y apasionadso, sin motivo, solo besos, ¿te parece poco?
ResponderEliminarun id.
.
¿Poco? No. Son todo.
ResponderEliminarTe mando uno.
Laura