Poesía para Los Diablos Azules

Intentaré vaciarme de mí para llenar el espacio que hay del escenario a la puerta, abrir los labios y esparcirme en palabras.

Y... ocurrió lo que no me esperaba: el espacio que hay del escenario a la puerta se llenó de cariño, de corazones dispuestos a escuchar aquello que en mi soledad resuelvo en poesía... Y fue más fuerte el silencio de ellos que todo el reino de mi palabra.

GRACIAS A TODOS POR HACERME TAN FELIZ


Y A TI, PAPÁ, POR SENTARTE JUNTO A MÍ...

********* Una de las cosas más poderosas del choque de los sentimientos es el flujo incontrolado de la poesía. Alejandra Menassa, estuvo en el recital y ha publicado ese poema en "Poetas de Hoy". Gracias, Alejandra.

A Laura Gómez Recas, poeta y amiga.

Ayer te escuché temblarme todo el cuerpo,
poesía.

Un encuentro así te muele los huesos,
los hace polvo de palabras.

Sacude sinsabores del alma,
Deshace espejismos en la noche.

Un encuentro así
te empuja al escritorio,

fusila los prejuicios,
desarma las excusas.

Hoy te besé en los labios, poesía.

Me supiste a libertad.

Hoy lloré todas las lágrimas
y no vertí ninguna.

Hoy reí todas las risas en silencio
y sentí todos los estremecimientos.

Un encuentro así, hace la noche sueño.

**********



Llevo dentro las palabras
y soy palabra.
Me conjugo, me abandono,
me retomo, me entretengo,
me condeno, me doblego,
me rebelo, me engrandezco,
me enmaraño entre las letras
y tropiezo.
Me levanto y me acumulo,
me persigo, me delato,
me sorprendo y me detengo,
me arrojo desde la coma
y caigo y caigo y ya vuelo...
y me estrello en el papel.
Laura G. Recas
Viernes 22 de mayo, a las 21.30 hrs.

Entre los ojos



Converge la simplicidad entre los ojos
e invade la eternidad pluvial del lagrimal...
para creer sólo en el tacto de la vista,
sin fe en lo etéreo que el verso alarga
con la perfidia de confianzas caducas.

No seré más sentimiento entre las letras,
sino meandro taimado entre calizas
de sinuosidad ardua y caricia curva
que defienda el trecho entre mis ojos
de la cruz albina del embuste.


©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Detalle de ©"Mujer con mariposa", 
de José Miguel Ilundain Vilà

La piel amada




Me pregunto
por qué la piel amada
se cubre con la escama del pez
y discurre entre mis manos
impaciente y pasajera.

Quizás nunca fue lienzo mío
la lenta tormenta de su olor,
quizás, si mío fue un día,
no supe tejer red para besarlo
con eterno beso sin palabra.




©"Llámame azul", Laura G. Recas
Dibujo: ©"Mujer de espaldas", Josefina C. Piris

Mediterráneo

"Mediterráneo II"
Francisco Solana
Óleo sobre lienzo


Mediterráneo o alma en pleamar,
aguamarina o gema desmigada
que rompe los centímetros del agua
en mil dosis de indómito placebo.

Se desgarran las mil tonalidades
en las fauces de la voraz retina,
como arco iris del ancho rompeolas,
haciendo escala en el cadmio o el marengo,
botando en los apoyos del cobalto,
esquivando magentas y escarlatas,
retozando, después, en amarillos...
que el arnés se asegura en el cinabrio
farero de la costa o cicatriz
con los pinos, la aulaga y la garriga.

Mosaico o fortaleza de un poblado
cubierto de tintura sobre cal,
sediento fotograma del pigmento,
que concede pretexto a la mirada
para amar la difracción de la luz,
o del sol, o del mar, o del calor...


©"Mediterráneo", Laura G. Recas.Inspirado en el cuadro ©"Mediterráneo II", de Francisco Solana

Descarte



Descartemos lo trémulo del enroque,
custodiemos la distancia
que entre mis labios y tu boca
hiló una araña desalmada...
Una vez acunada en caja musical
para ser pasto del hambre fetichista,
saciaremos la sed de la memoria,
ese estanque que atranca las gónadas
y atemoriza neuronas despistadas
en el caminar hacia la duna del quizás.

Así sabremos definirnos,
sabremos vivir lo que te encharca
sin el temor pútrido y la duda,
sin el embuste que en raíces apresaba
y nos va hundiendo en el humus
que nutre a las setas venenosas.

©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Muscaria, Laura G. Recas

Lluevo


Sobre papel mojado
lluevo.

Mi alma, pulverizada,
detona y copula
con el blanco que me espera.

Lluevo
sobre papel mojado,
fundida en desconsuelo.

Me vierto en agua sobre él.
Albo amante:
me contempla y me devora.



©"El alma deshilachada", Laura Gómez Recas
Fotografía, Ángeles Fernangómez

Muerte capital en plena vida



¿Por qué se caen las flores de mis manos
cuando pienso, amor, en tus raíces?

No es dolor clavado a un calendario
lo que llevo en el envés de mi sutura,
es muerte capital en plena vida,
regada con mis venas, insurgente,
ubérrima, feraz, llena de brotes,
muerte de fecunda amanecida,
que habita en el embozo de tu ayer
y alimenta mi boca cada día.


©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Laura G. Recas


Decapítame


Decapítame,
dame la ortiga,
devórame el espacio
en el que muero…
Despieza
cada parte de mi cuerpo,
cúbreme de cal,
dame salitre
y fía a la intemperie
mi semblante.

Seré pasto de los lobos,
arena en la ventisca,
seré aurora
tapizada de tormenta,
tierra agostada,
cecina enjuta…
Seré lo que tú quieras
que yo sea:
sólo un verso de ayer,
una jactancia,
un buen poema.
©"La palabra detenida", Laura Gómez Recas
©"Marioneta", José Miguel Ilundain Vilà

Una jauría de besos sublevados



Una jauría de besos sublevados
subyugó el tiempo y el espacio,
arrinconándolos no se sabe dónde:
si entre los dedos de las manos,
si entre los labios imantados,
si entre los pechos inundados
o directamente fuera,
dejando aislados los dos cuerpos,
trasladados al limbo de la nada
donde nada es casual y transferible
donde todo es rotundo en su certeza.

Y en aquel lugar irreversible,
las dos mentes fundidas en su mundo,
se invadieron con la firmeza del tacto,
con sueños mutilados y acallados
y un manantial de urgencia
que emergió sin hallar cauce
para viajar en libre torrentera.

Una jauría de besos sublevados
penetró en el abismo de la vida,
amotinada brasa que a su rastro
calcinó la ciénaga decente
y el contrato espurio y apropiado.

©"La dársena", Laura G. Recas
Fotografía: Centaurus A. Agujero negro. NASA

No hay lugar



Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
Sólo piedra y liquen soportan
el peso del pensamiento,
como sábana ancestral
donde posarse.
Un manto lunar arropa
lo que soy, lo que de mí queda
bajo la herida de muerte
que vomita el alma.
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada.

©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Fotografía "Margarita recostada", Jaime G. Recas

Carmín


Cae el carmín de mis labios,
prisión de tu boca,
al deslizar tu lengua,
como un soborno,
sobre los carceleros que te besan.


©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas