Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro. Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
No sé si me provoca mayor deleite leer una y otra vez tus hermosos versos o contemplar la maravilla y la profundidad de ese lienzo. Ambos se funden en una armonía tal que parece como si no pudiese existir el uno sin el otro.
ResponderEliminarUn placer poder leerte, y en muy breve poder conocerte en Alcalá
Besos y feliz día, poeta
es difícil mentirse o no mentirse cuando nadie sabe dónde está la verdad, cuál es, yo al menos carezco de la certeza que necesito en muchas cosas
ResponderEliminarCreo que no hay nada mejor que observarse uno mismo desde la distacia para poder aproximarse a la verdad, aunque ésta no la encontremos jamás.
ResponderEliminarUn beso.
Una preciosidad... 'la mentira del mar'.. brillante!
ResponderEliminarGracias.
Siempre es estupendo leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos...
Que tengas un buen fin de semana..
Estupendo Laura. ¿Hay algo más dramático que la mentira del mar besando la playa?. Siempre está condenado a retirarse. Estupendo, me ha encantado al igual que la pintura que lo acompaña.
ResponderEliminarMentirse a sí mismo, ¡qué gran necesidad! nadie tiene que avergonzarse, sería imposible vivir sin esa mentira.
ResponderEliminarUn beso
bueno... un breve poema en el que yo me quedo con ese "abotona mis ojos": originalidad con sentido, imagen impactante y efectiva que sugiere lo dificil de abrirlos: desabotonarlos.
ResponderEliminarUn saludo
Gonzalo
La distancia hace ver todo mejor, sin mentiras que te dañen el alma.
ResponderEliminarUn beso
Que sera un sueño, la verdad o la mentira?
ResponderEliminarun beso
Salir fuera de nosotros mismos para vernos desde lejos.
ResponderEliminarQué vergüenza a veces ¿no?
Debe de ser que desde dentro de nosotros mismos vivimos una gran mentira para poder convivir con lo que somos.
Hermoso ritmo para tan certera idea.
Un beso,Laura.
No podemos dejar de mentirnos, en ese primer impulso, al comprender algunas cosas...
ResponderEliminarMe duele tu poema al hacerlo mio...
Besitos
Laura encantada de leer tus poemas y pasear tu blog. Estoy con Gonzalo en la certera imagen de "abotona mis ojos". También me gusta "mentirme despacio/como se miente el mar".
ResponderEliminar¡Una delicia!
Un beso.
Comprenderse implica tanto, que versarlo se me ocurre dificilísimo, por ello el poema cobra en anchura.
ResponderEliminarUn beso
Marian
Por falta de tiempo no he podido contestar vuestros comentarios. Os doy las gracias a todos.
ResponderEliminarBesos.
Laura
Estremecedor y bellísimo poema, "cuando comprendo..." Cuando comprendemos, no tenemos nada de que avergonzarnos, simplemente, somos humanos... Por cierto, hallar una mano amiga en este laberinto de pasiones... eso también es muy bonito... Infinitas las gracias, Laura, por la dedicatoria de este magnífico poema, y por ser tan grande como poeta, amiga y persona.
ResponderEliminarUn enorme abrazo,
me quedo con el final. se me ha pegado entre los dedos. beso
ResponderEliminarBesos en retirada, como el mar. Qué bueno leerte, Laura!!
ResponderEliminarBesosssssssss