Indolencia



Odio la indolencia, la aborrezco,
como odio sumar negativos
y mentirme y que me mientan.

Dónde decirte de sublime tu voz
es toda falsa,
dónde escarbar contra la merma
entre una gándara de alabanzas,
dónde modificar el pulso
para certificar que ocupo casi un trono
de reina decapitada.

Para qué decirte que siento mi mentira
en cada palabra que delatas al mundo
y que no atisbo luz ni en una frase
pues me sé fuera de ti
como ángel de paso que cae
y bajo las alas se deshace entre la muerte.

Para qué decirte mi batalla,
si tu batalla es toda una mentira,
bajo la piel de mi cuello es una hiena
y culebra en el sótano
que en ti procuro.

Odio la indolencia, la aborrezco,
como sugerencia de ser ni eres ni soy,
no somos nada, nada nunca fuimos,
no llego a ti y tú de nada llegas,
ni das, ni alimentas, ni eliminas,
ni siento nada, mientras todo siento
porque no sé quererte sin quererte,
ni sé entender la queja si no quieres.


Laura Gómez Recas
Fotografía: Brandan

16 comentarios:

  1. A veces son necesarios sentimientos oscuros para que nazcan perlas como esta que nos has regalado...

    ..Es como abrazar al viento, como saberse poseedor de nada, como el tiempo sin espacio ni movimiento...


    Gracias.

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  2. Sí, pero no, igual a Cero.

    Me encanta como lo expresas!

    Me pasaré por aquí...

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  3. Qué difícil caminar entre el sí y el no.
    Un abrazo.

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  4. Gracias, Ave, me encanta tu comentario, esa sensación que me cuentas.

    Un beso.
    Laura

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  5. Gracias, Mª Jesús, bienvenida y mi abrazo.

    Laura

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  6. Virus, gracias. Es un adjetivo tremendo que creo no merecer.

    Un beso
    Laura

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  7. Hola, Laura. Me alegro de que te haya gustado.

    Besos. Nos vemos pronto.
    Laura

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  8. Profundidad, dudas, ¿qué pasa con los o las que sufren de indolencia? Aleja de ti a los insensibles, no deben estar en este mundo.
    Buena poesía Laura. Muy buen juego de imágenes, pero, ¿...? Bssss

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  9. Gracias por entrar, Ana. Buen consejo... el pero en suspensivos. ¡¡Cómo hilas!!

    Un beso grande,
    Laura

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  10. Que duela la insensibilidad es señal propia de sensibles.
    En ese mundo de sensibilidad se percibe meridianamente la falsedad de lo aparentemente sublime, el vacío de lo ampuloso, la vanidad de las palabras contundentes y la inutilidad de abrirse ante lo cerrado.
    Si ese es el contexto que tan sentidamente expresas ¿cómo no conmoverse con el triste y paradójico oxímoron de esos últimos, excelentes, versos?
    "ni siento nada, mientras todo siento
    porque no sé quererte sin quererte,
    ni sé entender la queja si no me quieres."
    Duele leerlo.
    Y es que conmueve como todo lo bello cuando es sincero.


    Besos, Laura.

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  11. Ybris, sabes que creo en tu lectura porque desenmarañas la poesía, la sientes y la comprendes de una forma excelente.
    En este caso, me ha emocionado, literalmente, tu comentario. Puede que hayas llegado allí donde ni siquiera yo estoy dispuesta a llegar cuando releo este poema. Puede que hayas abierto un puerta que yo intentaba mantener cerrada.
    El oxímoron siempre es un recurso bello, armado de contradicción, a veces, es la forma más apta para atender las cosas que más profundamente nos confunden.
    Sinceridad y belleza, terminas diciendo. Un placer que te haya gustado y que lo hayas aprehendido de esa manera.

    Un beso, sincero,
    Laura

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  12. Las contraedicciones de ese sentimiento que nos define como humanos, tan tremendamente complicadas y tran límpiamente trenzadas en tu poema.

    Un abrazo
    Marian

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  13. Gracias, Marian, por entender que está bien definido. Las palabras son difíciles de tensionar, en eso te doy la razón. Celebro que te guste.

    Besos.
    Laura

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  14. Muy reflexivo tu poema, muy acertada la forma de expresarlo.

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  15. Gracias, Marcos. Re-flexionar.

    Es un arrebato en reflexión.

    Un beso.
    Laura

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