Mi vida y mi silencio



Entre los dedos hallaste mi muerte,
entre sus dedos sumida,
agazapada
en un lecho de impiedad.
Sobre su carne, tu mano;
sobre su piel, tu deseo.

Diez a diez,
la conciencia de mis ojos
cortó el hilo que en mis labios
hilvanó la saliva de tu boca.
Vertido el frío en la piel,
supe del aire el desprecio,
la insolencia que se hundía
sobre sus manos,
entre mi pecho,
entre sus manos.

Entre tus manos,
mi vida y mi silencio.

No hubo lágrima ni amor taladrado,
ni corazón cuajado de humedad...
solo del repudio un dolor seco,
pútrido olor de carmesí, cercándome,
y el gusano atroz de la desvergüenza
tomando la caverna de mi cuerpo,
hueco, porque la mentira es la nada
y la nada son tus manos,
ávidas de dar muerte entre sus dedos
al ser que a tu lado se licuaba y deshacía.

Laura Gómez Recas
Fotografía de Jaime G. Recas

22 comentarios:

  1. Versos congelados o al menos esa es la consecuencia de su lectura: frío y soledad. La fotografía es muy buena y acompaña muy bien al texto. Muy bueno, Laura.

    ResponderEliminar
  2. Me quedo con esto:
    "ávidas de dar muerte entre sus dedos
    al ser que a tu lado se licuaba y deshacía."
    Un poema que nos va recordando la cercanía del invierno. La lectura que le he sacado al poema es la pérdida de un amor o la cercanía de la muerte aunque los poemas no se explican, se sienten.
    un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  3. Este precioso poema, es la consecuencia del inmenso dolor que el hielo de la mentira deja en el alma.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Lo peor de un corazón desgarrado es el vacío que queda entre sus fragmentos...

    Llegan esas manos vacías, llegan esas caricias indolentes y la tibieza de unos labios huerfanos de verdad.

    Estremece la evocación.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Marcos. Me alegra que te guste la fotografía de mi hermano. Es exacta para el poema, o casi exacta.

    Besos.
    Laura

    ResponderEliminar
  6. Un abrazo, Terly. El dolor y el frío de una muerte. Acumulamos muchas.

    Laura

    ResponderEliminar
  7. José Antonio (¡te había saltado!) Gracias por entrar a leer. Te lo agradezco profundamente. Estoy de acuerdo contigo. El final tiene cadencia.
    :o)mejor no se explica. Puede ser lo que sea en quien lo lee.

    Un abrazo,
    Laura

    ResponderEliminar
  8. Ave, gracias. Es un poema sin refinar, no es mi favorito. Pero saber que te ha llegado la sensación es un placer raro de explicar. Nunca me acostumbro.

    Un beso.
    Laura

    ResponderEliminar
  9. Ya sabes... a veces las palabras solo son el catalizador adecuado que permite despertar reacciones allí donde la lógica pierde su sentido...

    Quizá el estilo de tu poema no sea de premio literario, a decir verdad, no sabría decírtelo, mi ignorancia en temas literarios es, a parte de evidente, absoluta (y me temo que seguirá así por mucho tiempo), sin embargo, sigo pensando que la poesía, como cualquier forma de expresión humana, no tiene su mayor valía en la técnica, sino en la capacidad 'cuasi-mágica' para superar el avismo que separa las mentes de las personas.

    Una vez más gracias por compartir y disculpa por el 'ladrillo-disertación' de mi respuesta. :)

    ResponderEliminar
  10. menudo regalo que nos haces..lleno de imágenes, de metáforas deslumbrantes...lirismo por todas partes compañera!!!

    un beso

    ResponderEliminar
  11. El desencanto siempre tiene la temperatura del hielo y el silencio de la soledad. Muy bello poema. ¡Impecable! Felicitaciones! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Ave, estoy de acuerdo contigo. Lo que ocurre es que uno pretende ser bueno en lo literario, que, al final, es el envase del mensaje, lo que embelesa, lo que importa.
    Aciertas en eso de cuasi-mágica porque también lo creo así. Algo tiene de mágica la comunicación, sea cual fuere;pero a través de la poesía mucho más.

    Perdonado... me encantó este diálogo. :o)

    Besos.

    ResponderEliminar
  13. Gracias, Roberto. Mucho más viniendo de ti, todo fuerza visual en la palabra. Sabes que me encanta leerte.

    Un beso.
    Laura

    ResponderEliminar
  14. Veo que se perdió el comentario que te hice ayer.
    En él te daba cuenta de mi impresión ante el juego de posesivos y personales: mi, tu, su y me, te, se.
    Me impresionó ese dolor seco del repudio.
    Silencioso y hondo.
    Hay manos así de ávidas y letales.

    Besos, Laura.

    ResponderEliminar
  15. La mentira siempre es la nada, aunque asome disrazada de luciernaga.
    Sí, "Hay manos así de avidas y letales"

    ResponderEliminar
  16. Tus palabras son como un punzón que fue haciendo agujeritos en el alma, hasta llegar al final, pues la mentira, efectivamente, acaba asesinando los más generosos sentimientos.

    Besos

    ResponderEliminar
  17. Alma, gracias por entrar y dejar tu huella. Es un placer.
    Me alegra que te guste. No obstante, creo que necesita repasos. Alguno tendrá.

    Un abrazo,
    Laura

    ResponderEliminar
  18. Gracias por volver, Ybris. Me encanta leer tu opinión. La necesito, diría yo.
    Ese juego del que hablas es deliberado, pero supongo que se podría mejorar.
    Y el dolor seco... sí... seco. Me alegra de que te hayas parado en ese adjetivo.

    Un beso.
    Laura

    ResponderEliminar
  19. Elena, sí. Nada. No hay nada si no es verdad. Pero, ¿qué es la verdad? La del yo, la del tú, la del él... Siempre miramos desde el mismo ángulo y la realidad es poliédrica casi siempre.

    Un beso,entero para ti.
    Laura

    ResponderEliminar
  20. Narci, gracias. Me encantó eso del punzón. ¿Sí? Es genial que lo hayas leído así. Genial.

    UN beso.
    Laura

    ResponderEliminar
  21. Hola, Laura:

    Un poema cuyo tema está más que explotado, el desencanto, la soledad en compañía... la frialdad en el uso sexual, y hasta el abuso ejerciendo un mal entendido derecho, pero expresado en tu decir es un nuevo tema.

    En la segunda estrofa no hay una sola frase que no se clave en la conciencia, no he podido reseñar siquiera un verso por cuánto dicen cada uno de ellos.

    Te has mostrado poeta, querida amiga, tanto has elevado tu nivel poético que tengo a orgullo gozar de tu amistad.

    Un fortísimo abrazo, Laura.
    ....................Carlos

    ResponderEliminar
  22. Gracias, Carlos.
    Lo cierto es que no me satisface. Creo que cojea en la última estrofa. Seguramente, necesita tijeras. El blog como borrador es arriesgado.

    Pero sí, la segunda está mejor. Me alegra que te guste. El tema: ya sabes, volver, volver, volver...

    Un beso enorme. Y el orgullo es mío. :o)
    Laura

    ResponderEliminar