Como llama sobre la sal del mar,
se origina la gota entre mis pechos.
Resbala sobre el poro,
arrastra, se hace néctar,
jugo en densidad...
Instala la humedad
como un verso cuesta abajo
y gira sobre el cráter del ombligo
bajo el naufragio hambriento de tu sed.
Laura Gómez Recas
Fotografía: "Flor", de Brandan
Gracias Laura:
ResponderEliminarVersos para leer y disfrutar. Destaco los tres últimos.
Besoss.
Dichosa sed que de tal gota merece ser saciada.
ResponderEliminarDichosa gota que tanta sed merece.
Dichosos los versos que siguen su trayecto.
Besos.
José Antonio, ahí, en los tres últimos versos, está el meollo del poema. Y, quizás, son los más bellos, también.
ResponderEliminarSugerir.
Besos.
Laura
Qué bello, Ybris. Gracias.
ResponderEliminarHay un naufragio que corona el poema. No sé si es dichosa esa sed, ni siquera, la gota, en el acontecer que se relata.
Como le decía a José Antonio: sugerir. Decir sin decir...
Besos.
Laura
Intuyo navegando por las carnes un deseo apasionado y un siniestro, un fracaso que hace que no llegue el barco a su destino.
ResponderEliminarMagníficas tus metáforas, querida amiga.
Un gran beso.
Sí, Terly, todo el poema es una metáfora. Pero aplicada al rigor de la sensuaidad apasionada para teñir adecuadamente el fondo de la escena principal.
ResponderEliminarBesos. Grandes.
Laura
Me ha gustado mucho este poema. Yo quisiera ser gota y sentir a pleno pulmón, sin metáfora, y sin ombligos, sólo gota que fluye y siente. Un fuerte abrazo, Laura. Me gusta leerte. Ya lo sabes.
ResponderEliminarGracias, Azul.
ResponderEliminarTransmitir es lo importante. Primero a uno mismo en el acto de escribir; luego, al otro, al que lee y siente. Como has hecho tú.
Gracias, otra vez.
Laura
Esa gota
ResponderEliminarque
lleva la esencia de sufrir
que
corre pensativa
Allí
donde nada hay que decir
Cada imagen, Laura, es una gota de luz, de miel, de sed... no puede quedar mejor dicho. Clara sensualidad en verso claro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizás ese naufragio
ResponderEliminarte lleve a tierra firme,
donde la gota
se hace mina de agua.
Un beso.
Yuli, comentario alambique. Donde no hay nada que decir... sí puede que sea así... se cierra el ciclo del agua sin haber llegado a fertilizar la tierra. Silencio... Nada...
ResponderEliminarUn beso
Laura
¡Vaya, Antonio! Me alegra que me digas esto de que es claro, porque siempre me tildan de oscura... :o)
ResponderEliminarBesos.
Laura
Se me antoja una ruta salada de versos sensuales, y tristes en la meta, de la gota que irrumpe, abrasa y circula.
ResponderEliminarQuizá no sea tan importante la meta de esa gota y sí el origen.
Un beso.
Quizás... Quizás... Quizás... Ese es un bolero, Noray.
ResponderEliminarMe encanta lo de la mina de agua. A borbotones.
Un beso.
Laura
Gracias, Luisa. Esa forma de verlo da la vuelta al poema. Mucho mejor. Extraes lo positivo del asunto.
ResponderEliminarUn besazo.
Laura
sed y lejanía, belleza y mas lejanía...tu poema me puso cuesta abajo. Me has dejado con la boca abierta
ResponderEliminarYo no me siento capaz de comentar los poemas de Laura. Para mí son siempre un golpe certero a la médula del entendimiento; me envuelven en una espiral de sensaciones; me dejan sin palabras. Me encantan, me anonadan dulce o violentamente.
ResponderEliminarUn beso
Marisa
Gracias, Roberto. Supongo que causar estragos es bueno para el poema. Es un poema simple en apariencia, pero lleno de contenido.
ResponderEliminarHe pasado por tu espacio clandestino y me ha encantado cómo escribes... trepidante...
Besos.
Laura
Brandan, Marisa, soy yo quien no sabe si merece tales elogios. Sé que lo dices con el corazón. Y eso es mucho más de lo que podría esperar cuando escribo.
ResponderEliminarLa plasticidad que consigues en la fotografía me hace adivinar un alma poética y profunda. La imagen también es poesía cuando es arte. Felicidades y gracias por dejarme ésta y otras muchas para adornar mis palabras y, sobre todo, para apoyarlas.
Besos,
Laura
Una gota tremendamente sugerente. Me ha encantado y los tres últimos versos me parecen muy, muy hermosos.
ResponderEliminarUn beso que te llegue al corazón
Ana
Gracias, Ana. Sugerente... sugerir.
ResponderEliminarBesos.
Laura
El erotismo,española, se desliza entre tus letras como esa gota que buscan los labios del naufrago. En dias así, y con poemas como éste, el atlántico parece un pañuelito azul, nada mas
ResponderEliminarComo siempre, un abrazote (con brazos largos, largos)
:o) Te acuerdas!!! Me has hecho reír.
ResponderEliminarGracias por el vocativo y gracias por ese piropo inmenso a mi poema. ¡Glub! Me hundo en el pañuelito azul.
Un beso.
Laura
Bueno, bueno, querida Laura, ¡qué dimensión erótica en tus versos, qué inquietud, cómo se detiene el mundo en el centro de tu ser! Todo lo sugieres, todo lo encadenas, todo lo ralentizas y,finalmente, lo terminas. Aquí me dejas, sin saber qué decirte. Vuelvo en seguida a leer de nuevo este poema. Un saludo cordial.
ResponderEliminar¿Te gustó, Fernando? Una de cal... Me encanta cómo lo describes.
ResponderEliminarUn beso, enorme
Laura