"Maldigo"
Clara Tengonoff
Óleo con collage
Maldigo las almas realistas
que eximen del oxígeno a sus venas
y entierran los sueños bajo cal,
después de haberlos fusilado.
Maldigo el alma del que duda
del plenilunio que le besa
y revienta la sesera a la evidencia
con el culatazo de la excusa.
Maldigo el vómito de la mentira
que ensucia con harapos las verdades,
y ciñe en la sien de la renuncia
del fingimiento, mil espinas.
que eximen del oxígeno a sus venas
y entierran los sueños bajo cal,
después de haberlos fusilado.
Maldigo el alma del que duda
del plenilunio que le besa
y revienta la sesera a la evidencia
con el culatazo de la excusa.
Maldigo el vómito de la mentira
que ensucia con harapos las verdades,
y ciñe en la sien de la renuncia
del fingimiento, mil espinas.
Maldigo el cómodo rictus del acuerdo,
mullido y holgado sobre el sieso
que desprende la nuca cuando reina.
Maldigo la mediocridad y el conformismo
y, en la suma total,
el silencio que acribilla voluntades,
la miseria de la vida que devora
el despojo del perdón
y el cadáver etéreo de mi cuerpo.
Laura Gómez Recas
AMADEUS escribió sobre "Maldigo"
Benditas son las almas soñadoras
que trepan sin descanso por las hiedras,
rompiendo los cristales con las piedras
de realidades empobrecedoras.
Benditas son las lunas redentoras,
que besan a los sapos y culebras,
y tejen con sus rayos esas hebras
teñidas de tinturas incoloras.
Benditas las verdades de mentira,
que nadie cree, aunque son verdad,
y que el tedio monótono estira
en esa interminable soledad,
como el trompo que gira, gira, gira...
buscando en la agonía, libertad...
©Amadeus
Repentizado sobre tus versos, a las 0:40 del 23 de febrero de 2009