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Poesía Indignada






Les confiamos las llaves
que abrieron puertas al pueblo
y las llevan en los bolsillos,
dejando el peso esclavo de la historia
en la nueva oscuridad que tanteamos.


No dejan que el árbol crezca,
manipulan la palabra, la doman
y hacen de ella un sumiso lupanar.

Claudicaron y nos cierran las puertas,
en un redil inmenso nos convencen
y trazan con argucias argumentos
que nos hacen comer entre su pan.


Pero las llaves son nuestras todavía,
las llaves son la herencia que reúne
la batalla de tres siglos sin cerrar.


Y hoy las nubes amansan el cielo
con una lluvia de frescura,
y las horas sufren de libertad en Sol.

Y miran para otro lado
o no saben dónde mirar.
Aturdidos,
ante el grito silencioso e indignado,
están perdidos
porque así se cambia el mundo
que estaba tan dormido,
tan hundido entre basura,
tan ausente en la mentira.

Queremos decir y decimos,
queremos estar y estamos,
queremos sujetar las alas democráticas
con nuestro vuelo.
Las estamos limpiando de alquitrán.
Nos la están matando
y la queremos viva,
nos la están callando
y la queremos presente, nuestra y capaz.

Tenemos las armas en el corazón,
la razón en la cabeza
y, entre las manos, el futuro y la libertad.

¡Miradnos!
La democracia os está hablando.


Laura Gómez Recas
Fotografía, de "El Diablo",
Javier Jimeno Mate

Mineral de alma



Intento no vaciar
aljibes prematuros
sobre la solidez
de esta gran roca.

Abrazada la luz,
amanecen mis aguas contra el sol
y delira la piedra,
mineral de alma
que, a mis pies,
es derrotada lágrima,
certero cauce, acogida, esperanza.



Laura Gomez Recas
Imagen: "Gran Cascada de Gavarnie",
Laura G. Recas

De la luz







Busca hacia el este una pagoda luminosa
donde quepa toda la selva de tu luz
y llévame a morir.
Extenuada de ti, lumínica.


Laura Gómez Recas
("Tres entregas")

Permanece



Habrá salido el barco de mañana
quizás contra una niebla,
quizás contra el albor pujante del retorno;
mas permanece anclado entre tus aguas
con el habla sometida a descanso
y un tierno arrullo,
sintagma del silencio.

El golpe de altamar
es un fantasma
de realidad y horas
que no ha logrado consumar tu ausencia.


Laura Gómez Recas
Fotografía: Jaime G. Recas

Quiso el destino



Encerrados todos los suplicios,
los suspiros reinciden.
Son la llave
que abre en canal el universo
y dicta a sangre la sentencia.

Quiso el destino la insolencia,
maldecir,
llenarse de codicia,
enajenar el alma del que escucha
y arrasar el surco
regadío.

Quiso revolcarse por la gándara,
desasir el agua de la gleba
y dotar de hedor
a la espesura
de lo puro, lo blanco,
lo sencillo.


Laura Gómez Recas
Fotografía: Laura G. Recas

Copla


Publicada en el diario "Heraldo de Aragón"
Domingo, 27 de marzo de 2011

"RINCÓN DE COPLAS"
Sección de Miguel Ángel Yusta, Mayusta

Dispersa la apariencia


A mi padre,
porque se fue...

Presiento un destierro boca adentro,
como si una soledad
se hiciera fuerte en mis costillas
y el mundo entero disparara al corazón.

De una nube, dispersa la apariencia,
se despegan las cenizas de la urna
para lloverse en la garganta que me ahoga,
para no hacerse paz, sino batalla;
no dejar un resquicio a la alegría
y ser presencia de adiós, larga distancia
entre tus ojos y mis párpados dormidos.

Me ciegan porque quieren ser talento
que acobarde el color de aquellas flores,
con el ánimo dispuesto a hacer la búsqueda
de cada brizna de ti que hallen en mí.

De un torrente, sarcófago del alma,
la llamada es, en sangre, luz y fuerza
que huracana el recuerdo y me confunde.
¡Que en esta vida no hay vida, sino en ti!



Laura Gómez Recas
(Llámame azul)
Imagen: Atardecer, Llac de Pombie,
al pie del Midi d'Ossau.
Jaime G. Recas

De un óxido



He dejado casi todas las claves sobre tus ojos,
en el silencio espeso que acaricia la serpiente
cuando repta sobre la piel del pensamiento.
Desnuda, he optado por acercar los cactus a mi cara
en conato de mimo suicida y en desuso por mi edad.

¡Qué llanto más amarillo me desangró sin pausa,
sin tener en cuenta el vendaval de mis pestañas
sobre los territorios inexplorados de la entrega!

Y, sin embargo, ahora, insisto en languidecer de veneno
y dejar cada misil de largo alcance
entre las manos deslumbradas que me ofreces.

Sólo siento un óxido de manzana hiriente
cuando tu palabra es untura en mis costillas,
cuando la luna rueda sobre el suelo
y a mi desnudez se amaga
el vértigo de todos los planetas.


Laura Gómez Recas
Imagen: "Frosted leaf Orion", Masahiro Miyasak

La humedad de los diluvios




Respiras sobre el predio
en que levita la espiga de marzo,
el mes en que cumple tu primavera
la liturgia sagaz sobre las flores.

Sonríes cuando niego tu demanda,
cuando escondo mis ojos de tus ojos...
y mis besos se pierden sin tu piel
con el signo oculto del ahogado.

Has mesado las hebras que los vientos
olvidaron mover en mi cabeza,
recorriste la senda de mis brazos,
circundando la llama en mi garganta.

Sed de miel, de caracoles...
tu dedo marcó el borde de mis labios,
usurpó la humedad de los diluvios
y anegó todo cauce de mi amor.


Laura Gómez Recas
Imagen: Nebula, NASA

Es amor y es de polvo y de ceniza



Si amo y amor no puede serenarme,
ni es posible con él sentirme amada;
si tu amor, yo lo siento encrucijada,
y ni debes ni debo enamorarme;

si en tu sueño, es mi llanto tu tortura,
si mi búsqueda es hambre de deseo
y sabe que es amor de un yugo reo,
sin saber si es amor o si es premura;

¿qué más da este morir entre lo muerto
que sin beso entumece nuestras bocas?
Corazones perdidos en lo incierto...

Es amor y es de polvo y de ceniza,
náufrago en su estela, lo padezco,
de no vida la sangre que lo atiza.


Laura Gomez Recas
*Corregido, gracias a la valiosa aportación de Antonio del Camino

Riesgo



Riesgo es cegar la fe de los pulmones,
sumergirse en el mar
y ser del agua.

Riesgo es sacar los ojos a la luna,
devorar las estrellas
y ser de luz.

Riesgo es lanzar la muerte a los leones
y morirse de vida
y no parar.



Laura Gómez Recas
Imagen: Anillos de Saturno, NASA

Demora




Demora de mis dedos en tu cuello,
en tu perfil clavado en mi mejilla,
demora de mi cuerpo entre tus brazos,
de mi piel elevada a tus pupilas.
Acércame a la altura que no encuentro;
prendida estoy. Y estoy casi vencida:
a rama de tu amor, casi hoja muerta,
en pleamar, adiós, casi ceniza.


Laura Gómez Recas
Imagen: "Moons and rings before Saturn",
NASA

Sin tacto


"Sobre el cuerpo de la luna
nadie pone su calor..."
(M. Hernández)


No hay calor sobre la luna
que vierta el corazón
hacia tu piel.

No hay amor sobre el fuego
que guarece tu voz
en la garganta,
ni dedos de mesura
que engarcen nuestras perlas
en un hilo.

No hay luces en la aurora
tan sólo noche,
no hay labio sobre el labio
enardecido,
ni secreto a guardar,
ni lumbre eterna
sobre este cuerpo abierto
hacia tu cuerpo.

Hay ansia en las manos,
ramaje desleído,
alma enferma de apego
y un octubre imposible,
desmayo en amarillos,
esclavo de los vientos
que a las hojas dan muerte
con un beso sin mácula,

sin tacto.


Laura Gómez Recas
Imagen: "Estany Llong", Jaime G. Recas

Mujer de cántaro


No quisiera volver al suelo
a lamer la silueta de unos pasos...
Debiera erguirme mujer,
desde ahora hasta que nadie me recuerde.

Mujer de cántaro y de navaja,
mujer de semilla, de lumbre...
de pétalo
en el rojo asumido por los otros.

Ya va siendo tarde
y la navegación se hace lenta...

¡Que no siegan espigas mis ojos,
que tan sólo quieren ser del sol
el nido amante que le dé forma!


Laura Gómez Recas
Fotografía: Jaime G. Recas

Sollozo


He prometido un sollozo a la mañana
por embadurnarme entera de caricias.

El llanto del frío en los ojos
toma asiento en el pulmón
y exhala
un golpe arrítmico que ofrendo
al frescor intenso que amanece.


Laura Gómez Recas
Fotografía: Jaime G. Recas

Creo en vos



Creo en vos
que sos destino,
margen izquierdo en mi presencia,
alud de lava con alma de alimento,
de la sed una lluvia
que en mí se estanca.

Dulce en vos
es la nota que de un aire
se derrama en mi garganta,
voz que tensa mi sonrisa
en métrica medida,
síndrome de un sur
que de trigal me enferma.

Creo en vos
sin nostalgia
o liturgia de acomodo,
y a vos reza entre sílabas mi boca
con el mullir que del labio
acicala el altar para ser beso.



Laura Gómez Recas
Fotografía: Laura G. Recas
***Con alma de tango, dice Mónica Angelino.
Del sois al sos... para vos, Mónica"***

Una copla




Templo las cuerdas del aire
que nacen de la guadaña
para caer, como espiga,
si tu silencio me daña.


***



Toda mi gratitud a Miguel Ángel Yusta


Edición del "Heraldo de Aragón"
Domingo, 12 de diciembre de 2010
Laura Gómez Recas

Réquiem de Otoño, mi poema: De la muerte...

Fotografía: Brandan
A Mariano José de Larra
en un Réquiem de Otoño
ante su tumba.
A ti...
De la muerte, un peso como de hojas
de este otoño que muere a tramos lentos
y da tregua a la caricia de la luz.

De la muerte, un incesante llanto,
la inclemencia larga y desbocada
del grito que ahogaste en desamor.

De la muerte, toda la soledad,
ruido del hueso, cáliz oscuro
a la palabra nacida entre los labios,
yugo del tiempo que te encierra.

Llego con una deriva en los ojos
hacia el crujir absoluto del árbol
que no tarda en llorar hojas muertas
al encierro que de ti yo estoy llorando.

Te siento ese silencio entre costillas,
ese ser sin síntoma de vida,
ese entrar y salir como una nada
desde la pelvis al molde del cerebro.

Ya estoy aquí, ya somos dos
por recibir el barrunto de la lluvia,
por disociar la memoria de lo seco.

Mientras vuelves,
yo sujetaré la tierra
embadurnada con las letras de tu nombre,
sostendré con las manos el mordisco,
arrancaré el pulmón al fondo estrecho
hasta ser línea de ti, reglón marchito
entre hojas que del ocre nos musitan.

Laura Gómez Recas
Fotografía: Brandan
para Réquiem de Otoño

... y me hago río



Adoro la música
que bulle entre palabras.

Yo, embadurnada de las luces que derramas,
hago un envoltorio de silencios
trasciendo y me hago río
que quisiera coagular el alma toda
en la tierra desierta de tu orilla.

Mas desciendo, resbalo y me escabullo
sin el germen del roce de tu boca.

Llega el momento del beso,
el aliento de una magia contenida,
y sigo fluyendo
sin tacto, como virgen de dureza,
como si el mar tuviera que tomarme
y no tú, amor, y no tus ojos,
de amor llenos y de río y de manzanas.


Laura Gómez Recas
Fotografía: "Brandam"

La invisibilidad de los dioses. Creo en ti.


Para ella,
mi único dios y mi vergüenza.


Quisiera no existir,
no haber abierto la puerta del útero,
no ser pulmón que exhala y que contiene,
sino una nada y una ausencia de materia;
de la anchura del cosmos, intervalo;
nada humano, ser cosa sideral
atascada en el odre sin fin del universo.

Pero soy, veo, siento
y salí a la luz
por la rotura infame a la placenta.

Y

soy reflejo de su imagen, la de ella,
soy yo misma acribillada de miradas.
Soy yo, de pura vergüenza,
vertida a la desidia de mis brazos,
anclada en lo inmóvil de la pompa.
Odio la carne que reduce mi piel
a ser yo misma,
renuncio a mi parte del canal humano
de esta especie.

No hay dios.

Por mi culpa, grandísima culpa,
por mi silencio aplastado,
por la ausencia de los ánimos,
por la culpa atorada en mi cocina…

Yo te beso hoy, desde la imagen
al periódico ascendida…
santificada seas, mujer,
verdadera diosa de mi cielo,
puro altar de altar humano…

Creo en Ti, Todopoderosa,
Señora, Hija Única de la Tierra.



Laura Gómez Recas
Fotografía: Mujer enferma de cólera en Haiti.
En una acera, a pocos metros de un hospital.
Desnuda y sola. Invisible.
Ha sido portada de la edición de Madrid del diario "El País"
Jueves, 18 de noviembre de 2010