Envejece la piel,
Stradivarius,
que arropa las manos de ternura,
traza el mapa de la sangre,
transparente,
y alza sobre la gleba de un siglo,
soberana,
la caricia de tus alas.
Tus manos multiplican los reductos
Tus manos multiplican los reductos
que fueron escondrijo de los sueños
cuando el útero del hambre y la pobreza
fue nido polvoriento de la arruga.
Y se yerguen sarmientos en tu orilla
Y se yerguen sarmientos en tu orilla
con dedos que limitan tu presencia.
Dementes,
los minutos amenazan
el puchero de futuro que vigilas
tras el régulo arbitrario del reloj.
A mi abuela, que hoy hace 96 años que vino al mundo, un 9 de marzo de 1914.
A mi abuela, que hoy hace 96 años que vino al mundo, un 9 de marzo de 1914.
Por ser luchadora, por ser trabajadora, por ser madre, abuela y bisabuela.
Por haber sobrevivido a una guerra sin perder la ternura y el rescoldo dentro de sus manos.
Por ser mujer.
Laura Gómez Recas