Olvida el mundo que estremece el alma y la aclimata a la soberbia y en el que la vanidad unge lo que somos piel adentro. Ven y desnúdate, relaja el músculo de la pose y mira hacia dentro, hacia el derroche de luz que alumbra la única verdad que te sostiene.
Diez poetas contemporáneas
Sábado 16 de octubre
21 horas
en
LOS DIABLOS AZULES
C/ Apodaca, 6
(Madrid)
"DIEZ POETAS CONTEMPORÁNEAS"
Coordina: Fernando Sabido Sánchez
Leen :
Juana Vázquez Marín
Carmen Garrido Ortíz
Luz Macías
Marisa Peña
Zhivka Baltadzhieva (Bulgaria)
Verónica Aranda
Laura Gómez Recas
Antonia Bocero
Ángeles Fernangómez
Rosa Silverio (Rep. Dominicana)
Cierra el evento la cantoautora Clara Ballesteros
Cartel: Sara Castelar Lorca
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Bailar
Te quiero
decir por qué.
Dos islas con su luz
sobre el mar de la nota
son un barco atracado
a una grieta increíble
que quiebra el universo.
Se deslizan y flotan
con el tacto impreciso del aliento,
con la ola de caricias del oído,
sin otro rumbo
que el don acuático en lo ideal.
Zarpé sobre tu puente
y mi piel no era mi piel,
sino pluma mecida entre tus velas.
El norte eran tus ojos;
tu brazo diestro,
maroma en mi noray;
tu mano izquierda,
fondo para mis anclas...
Mis pasos en tus pasos,
de la vida, certeza.
Laura Gómez Recas
Aún
Cambio un saco lleno de amapolas
por un tocón con raíz,
cambio el secreto de ayer
por la sonrisa en tus labios.
Desde la puerta,
hoy anochece despacio
y la paz me encierra.
Aquí, en la sombra,
donde el ojo descansa,
aquí me quedo
con el fundamento roto,
con la espiga en verde,
con un haz de luz,
aún,
entre los párpados.
Laura Gómez Recas
Presentación de TANGRAM
La última noche de septiembre es la primera para Tangram.
Jueves, 30 de septiembre de 2010
21.00 hrs.
Presentación de
TANGRAM
C/ Calvario, 16
Calvario Bar
Lavavapiés, Madrid
David Dávila
Vicente Drü
El Poeta Pijo
Manuela Paso
José Gonzalo
Bolo García
Óscar Ommje
Laura Gómez Recas
Ángeles Fernangómez
Guitarra y canción: Estela Bernal
Flauta: Elisa Peña
La calle Calvario se llama así porque antiguamente existía un viacrucis en ella. Debido a la inclinación de la calle y a lo dificultoso de la subida, las gentes asociaron el viacrucis con el hecho de que era poco más que un "calvario" caminarla.
Tangram promete llevaros al paraíso desde Calvario, una de las calles más bellas de Lavapiés.
Perfecto
Perfecto.
Dime perfecto,
y seré una llaga,
herida abierta,
sin luz, la herida,
con alma, con la tuya,
sin mi penumbra.
Rojez sobre el mapa
que abre.
De corazón oscuro
por tan poblado.
Y la fragilidad aguda,
como un alfiler
que quiebra,
punzante, la rompiente.
Perfecto.
Dime perfecto,
mientras me muero
de esta pequeña muerte.
Laura Gómez Recas
Luz sobre la hoja
Para todos los que escriben
"...cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza."
Mario Benedetti
Y revive...
todo lo que antes fue de cera
en la estrechez del callejón
que escupe tinta en el susurro.
Mutilado el hueso,
aún se alimenta de sangre
sin necesidad de reinventarse en lo mediocre.
La niña escribió en su diario una verdad
para que todo el fuego que arde en el planeta
se apagara de una vez por todas.
Atravesaremos las calles con las suelas limpias
y seremos como neveros solitarios
conservando el aroma invisible de un invierno,
pero no cerraremos la carne a los cuchillos
cuando la palabra se estremezca por el odio,
cuando la muerte sea equívoco en la guerra
y se deshagan las llaves del edén.
Escribir es acto que entrega y abandona la mente
sobre el impecable mutismo del papel,
antes,
madera,
antes,
árbol,
antes,
luz sobre la hoja.
Laura Gómez Recas
Poema para el III Encuentro de Poesía en la Red
Cambiamos de color
Cambio sugerido por el notable hijo de Alcalá de Henares, don Jesús Arroyo, ante un plato de postre compuesto por una bola de frambuesa y media rodaja de piña con color de mandarina.
Esperamos que este cambio en el color de la piña arroje claridad a la lectura de los poemas aquí publicados. La frambuesa sigue intacta, dando fe del orgullo de la autora.
Mi vida y mi silencio
Entre los dedos hallaste mi muerte,
entre sus dedos sumida,
agazapada
en un lecho de impiedad.
Sobre su carne, tu mano;
sobre su piel, tu deseo.
Diez a diez,
Diez a diez,
la conciencia de mis ojos
cortó el hilo que en mis labios
hilvanó la saliva de tu boca.
Vertido el frío en la piel,
supe del aire el desprecio,
la insolencia que se hundía
sobre sus manos,
entre mi pecho,
entre sus manos.
Entre tus manos,
mi vida y mi silencio.
No hubo lágrima ni amor taladrado,
ni corazón cuajado de humedad...
solo del repudio un dolor seco,
pútrido olor de carmesí, cercándome,
y el gusano atroz de la desvergüenza
tomando la caverna de mi cuerpo,
hueco, porque la mentira es la nada
y la nada son tus manos,
ávidas de dar muerte entre sus dedos
al ser que a tu lado se licuaba y deshacía.
Laura Gómez Recas
Indolencia
Odio la indolencia, la aborrezco,
como odio sumar negativos
y mentirme y que me mientan.
Dónde decirte de sublime tu voz
es toda falsa,
dónde escarbar contra la merma
entre una gándara de alabanzas,
dónde modificar el pulso
para certificar que ocupo casi un trono
de reina decapitada.
Para qué decirte que siento mi mentira
en cada palabra que delatas al mundo
y que no atisbo luz ni en una frase
pues me sé fuera de ti
como ángel de paso que cae
y bajo las alas se deshace entre la muerte.
Para qué decirte mi batalla,
si tu batalla es toda una mentira,
bajo la piel de mi cuello es una hiena
y culebra en el sótano
que en ti procuro.
Odio la indolencia, la aborrezco,
como sugerencia de ser ni eres ni soy,
no somos nada, nada nunca fuimos,
no llego a ti y tú de nada llegas,
ni das, ni alimentas, ni eliminas,
ni siento nada, mientras todo siento
porque no sé quererte sin quererte,
ni sé entender la queja si no quieres.
Laura Gómez Recas
Cuando comprendo
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