Sin puntos suspensivos



Dices que mermo tus celdas habitables
cada vez que mis palabras se alzan e impacientan
y que el día es un camino irresoluble,
interrogante abierto sin puntos suspensivos.
Entre el azul comatoso de la alcoba
y el cobalto del verbo que está ausente,
se enredan como bucles nuestros dedos
y no encuentran el cuerpo que hay al lado.

Horas de rémora en el topacio de los sueños,
irrecuperables por la solidez de nuestros labios,
se han ido apalancando entre las sábanas
y engendran una prole adherida a la pared.

Ya no encuentras el oro en mi garganta
porque solo hay espacio en busca de la ola
y no la gruta generosa de la dádiva dorada.
Anidaron mis aves en la espalda de la luna,
en el reino de la sombra,
donde el negro dicta del amor los desatinos.
Las cárceles se abrieron con lima de metales
forjados al calor de mis hogueras
y no hallas el cobijo de mi carne
porque el hueso subsiste en desnudez
y hay vaho en los tejidos que te sienten.

©"Desiderátum", Laura G. Recas
Fotografía: 
"Sendero del Cañón del Añisclo", Jaime G. Recas

No me dejes caer

No me dejes caer,
que estoy cayendo,
aunque la distancia
sea tu escudo
de indiferencia
sin palabras.

No me dejes caer,
que estoy cayendo
hacia la sombra
que tu luz no habita,
lejos de ti,
sin ser yo misma
en la demencia
del recuerdo.

No me dejes caer,
que estoy cayendo
y no pueden mis ojos
en descenso
abandonar el claustro
de tus ojos.

No me dejes caer,
que me desplomo
sin saber si es de sangre
el derrumbe
o solo soy caedura
del telar de tu desaire.
©"Desiderátum", Laura G. Recas
Fotografía: "Estany Tort, refugi de J.M. Blanc", Jaime G. Recas

Tras todas las muertes



No voy a descansar en este empeño
de ser más de ti que de otra cosa,
de sentirte parte de mi todo,
de llamarme con el nombre de tu boca.

Podrá ser que se abotone el horizonte
y no se halle un resquicio para el sol,
o que el piélago del alma malherida
emborrache el destino de mis ojos.

Podrá ser que no haya tierra donde serme
lejos de lo que ya no tendré nunca,
o que las humedades del recuerdo
taponen con la herrumbre mi palabra.

Pero no descansaré mientras te sueñe
en la sinagoga del desvelo,
en el monasterio donde crujen
los pasos detenidos del silencio,
en la mastaba que me guarda
ahora que la vida se me ha muerto.

No descansaré mientras me viva
y me muera y resucite y me reviva
tras todas las muertes que has hablado,
tras todas las muertes que has callado,
tras todas las muertes que me has dado.


©"Desiderátum", Laura G. Recas
Fotografía: "Eclipse lunar en tres fases", NASA

Crisálida

Anduve tras la crisálida
y tejí con las sedas
un capullo hermoso
y amarillo.

Dentro, anidó el musgo,
arrullo de tu piel desde mi tacto,
y la mora que mis dedos
amasaron alimento
para tus labios.

Se deshojaron los años
y el capullo fue morada
de esperas llena.

Cuando a la mansedumbre
de mi carne
le crecieron alas,
transparencias
de verso fulminante,
devoré el vacío
que acunaba al nido
y me desplegué,
mesura en movimiento,
con tiento en oscilación,
para no sucumbir
al refugio devanado.

Vano,
el despertar
se desbarató
bajo el agua de tu voz:
en la gruta de tu beso
se gestó
voluntaria
mi mudanza.
©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Llamarada de energía solar magnética
TRACE-NASA

Femenino e Inteligente

PREMIO
"ESTE BLOG ES FEMENINO E INTELIGENTE"

Concedido por "Vivir para contarla" , de Mónica López Bordón, a Hortus Liber

Reglas:
Escribir un cuento o poesía con las palabras: amor, sexo, vida, literatura, cine, viaje.
Conceder el premio a siete blogs de mujeres.


FUGAZ
En un cine de verano
el viaje terminó bajo el vestido
y la alcoba de su sexo
no anheló literatura,
sólo un tacto de piel dando la vida
y un mordisco de amor para quitarla.


Hortus Liber concede el premio a:                                              
Coreografía de emociones
Poeta en paro
El peso de la brisa

Caramelo de luna
La ruta de la seda
Silberia
El nido de paloma               
                                                                               

Poesía para Los Diablos Azules

Intentaré vaciarme de mí para llenar el espacio que hay del escenario a la puerta, abrir los labios y esparcirme en palabras.

Y... ocurrió lo que no me esperaba: el espacio que hay del escenario a la puerta se llenó de cariño, de corazones dispuestos a escuchar aquello que en mi soledad resuelvo en poesía... Y fue más fuerte el silencio de ellos que todo el reino de mi palabra.

GRACIAS A TODOS POR HACERME TAN FELIZ


Y A TI, PAPÁ, POR SENTARTE JUNTO A MÍ...

********* Una de las cosas más poderosas del choque de los sentimientos es el flujo incontrolado de la poesía. Alejandra Menassa, estuvo en el recital y ha publicado ese poema en "Poetas de Hoy". Gracias, Alejandra.

A Laura Gómez Recas, poeta y amiga.

Ayer te escuché temblarme todo el cuerpo,
poesía.

Un encuentro así te muele los huesos,
los hace polvo de palabras.

Sacude sinsabores del alma,
Deshace espejismos en la noche.

Un encuentro así
te empuja al escritorio,

fusila los prejuicios,
desarma las excusas.

Hoy te besé en los labios, poesía.

Me supiste a libertad.

Hoy lloré todas las lágrimas
y no vertí ninguna.

Hoy reí todas las risas en silencio
y sentí todos los estremecimientos.

Un encuentro así, hace la noche sueño.

**********



Llevo dentro las palabras
y soy palabra.
Me conjugo, me abandono,
me retomo, me entretengo,
me condeno, me doblego,
me rebelo, me engrandezco,
me enmaraño entre las letras
y tropiezo.
Me levanto y me acumulo,
me persigo, me delato,
me sorprendo y me detengo,
me arrojo desde la coma
y caigo y caigo y ya vuelo...
y me estrello en el papel.
Laura G. Recas
Viernes 22 de mayo, a las 21.30 hrs.

Entre los ojos



Converge la simplicidad entre los ojos
e invade la eternidad pluvial del lagrimal...
para creer sólo en el tacto de la vista,
sin fe en lo etéreo que el verso alarga
con la perfidia de confianzas caducas.

No seré más sentimiento entre las letras,
sino meandro taimado entre calizas
de sinuosidad ardua y caricia curva
que defienda el trecho entre mis ojos
de la cruz albina del embuste.


©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Detalle de ©"Mujer con mariposa", 
de José Miguel Ilundain Vilà

La piel amada




Me pregunto
por qué la piel amada
se cubre con la escama del pez
y discurre entre mis manos
impaciente y pasajera.

Quizás nunca fue lienzo mío
la lenta tormenta de su olor,
quizás, si mío fue un día,
no supe tejer red para besarlo
con eterno beso sin palabra.




©"Llámame azul", Laura G. Recas
Dibujo: ©"Mujer de espaldas", Josefina C. Piris

Mediterráneo

"Mediterráneo II"
Francisco Solana
Óleo sobre lienzo


Mediterráneo o alma en pleamar,
aguamarina o gema desmigada
que rompe los centímetros del agua
en mil dosis de indómito placebo.

Se desgarran las mil tonalidades
en las fauces de la voraz retina,
como arco iris del ancho rompeolas,
haciendo escala en el cadmio o el marengo,
botando en los apoyos del cobalto,
esquivando magentas y escarlatas,
retozando, después, en amarillos...
que el arnés se asegura en el cinabrio
farero de la costa o cicatriz
con los pinos, la aulaga y la garriga.

Mosaico o fortaleza de un poblado
cubierto de tintura sobre cal,
sediento fotograma del pigmento,
que concede pretexto a la mirada
para amar la difracción de la luz,
o del sol, o del mar, o del calor...


©"Mediterráneo", Laura G. Recas.Inspirado en el cuadro ©"Mediterráneo II", de Francisco Solana

Descarte



Descartemos lo trémulo del enroque,
custodiemos la distancia
que entre mis labios y tu boca
hiló una araña desalmada...
Una vez acunada en caja musical
para ser pasto del hambre fetichista,
saciaremos la sed de la memoria,
ese estanque que atranca las gónadas
y atemoriza neuronas despistadas
en el caminar hacia la duna del quizás.

Así sabremos definirnos,
sabremos vivir lo que te encharca
sin el temor pútrido y la duda,
sin el embuste que en raíces apresaba
y nos va hundiendo en el humus
que nutre a las setas venenosas.

©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Muscaria, Laura G. Recas

Lluevo


Sobre papel mojado
lluevo.

Mi alma, pulverizada,
detona y copula
con el blanco que me espera.

Lluevo
sobre papel mojado,
fundida en desconsuelo.

Me vierto en agua sobre él.
Albo amante:
me contempla y me devora.



©"El alma deshilachada", Laura Gómez Recas
Fotografía, Ángeles Fernangómez

Muerte capital en plena vida



¿Por qué se caen las flores de mis manos
cuando pienso, amor, en tus raíces?

No es dolor clavado a un calendario
lo que llevo en el envés de mi sutura,
es muerte capital en plena vida,
regada con mis venas, insurgente,
ubérrima, feraz, llena de brotes,
muerte de fecunda amanecida,
que habita en el embozo de tu ayer
y alimenta mi boca cada día.


©"La palabra detenida", Laura G. Recas
Fotografía: Laura G. Recas


Decapítame


Decapítame,
dame la ortiga,
devórame el espacio
en el que muero…
Despieza
cada parte de mi cuerpo,
cúbreme de cal,
dame salitre
y fía a la intemperie
mi semblante.

Seré pasto de los lobos,
arena en la ventisca,
seré aurora
tapizada de tormenta,
tierra agostada,
cecina enjuta…
Seré lo que tú quieras
que yo sea:
sólo un verso de ayer,
una jactancia,
un buen poema.
©"La palabra detenida", Laura Gómez Recas
©"Marioneta", José Miguel Ilundain Vilà

Una jauría de besos sublevados



Una jauría de besos sublevados
subyugó el tiempo y el espacio,
arrinconándolos no se sabe dónde:
si entre los dedos de las manos,
si entre los labios imantados,
si entre los pechos inundados
o directamente fuera,
dejando aislados los dos cuerpos,
trasladados al limbo de la nada
donde nada es casual y transferible
donde todo es rotundo en su certeza.

Y en aquel lugar irreversible,
las dos mentes fundidas en su mundo,
se invadieron con la firmeza del tacto,
con sueños mutilados y acallados
y un manantial de urgencia
que emergió sin hallar cauce
para viajar en libre torrentera.

Una jauría de besos sublevados
penetró en el abismo de la vida,
amotinada brasa que a su rastro
calcinó la ciénaga decente
y el contrato espurio y apropiado.

©"La dársena", Laura G. Recas
Fotografía: Centaurus A. Agujero negro. NASA

No hay lugar



Ha quedado el tálamo herido
y no hay lugar donde yacer.
Sólo piedra y liquen soportan
el peso del pensamiento,
como sábana ancestral
donde posarse.
Un manto lunar arropa
lo que soy, lo que de mí queda
bajo la herida de muerte
que vomita el alma.
No necesito más batallas,
ni más abrazos,
estando aquí apostada en el vacío
de una nada acuciante y estrellada.

©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Fotografía "Margarita recostada", Jaime G. Recas

Carmín


Cae el carmín de mis labios,
prisión de tu boca,
al deslizar tu lengua,
como un soborno,
sobre los carceleros que te besan.


©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas

Cuarta ausencia

La testaruda gracia del espejo
migra hacia el sur,
epicentro en ruinas del hayedo
en el que modelas la fe
que me abandona.

Partióseme la aldaba
en dos axiomas,
de tanto golpear en tu cerebro.

©"Cincuenta ausencias", Laura G. Recas
Fotografía: Hayedo en el cañón del Añisclo (Huesca), Jaime G. Recas

Descríbeme


Descríbeme la verdad sobre este lienzo
que no verán tus ojos, ahora turbios.
Traza la cartografía del desdén
entre los huecos oscuros de mis huesos,
para entender la geometría
que une las estrellas al silencio.
No soy más que polvo errático en vacío
sin lugar donde posar mi ínfimo ser.

©"Luna sobre púrpura", Laura G. Recas
Fotografía: ©"Cometa Lulin desde el bosque", de Bill Ingalls

Aniversario


Antonio Machado

Sevilla, 26 de julio de 1875 - Collioure, 22 de febrero de 1939

Hortus Liber recibe tu luz


Tal vez la mano, en sueños,
del sembrador de estrellas,
hizo sonar la música olvidada

como una nota de lira inmensa,
y la ola humilde a nuestros labios vino
de unas pocas palabras verdaderas.


Antonio Machado
"Soledades. Galerías. Otros poemas." (1907)

Maldigo


"Maldigo"
Clara Tengonoff
Óleo con collage


Maldigo las almas realistas
que eximen del oxígeno a sus venas
y entierran los sueños bajo cal,
después de haberlos fusilado.

Maldigo el alma del que duda
del plenilunio que le besa
y revienta la sesera a la evidencia
con el culatazo de la excusa.

Maldigo el vómito de la mentira
que ensucia con harapos las verdades,
y ciñe en la sien de la renuncia
del fingimiento, mil espinas.

Maldigo el cómodo rictus del acuerdo,
mullido y holgado sobre el sieso
que desprende la nuca cuando reina.

Maldigo la mediocridad y el conformismo
y, en la suma total,
el silencio que acribilla voluntades,
la miseria de la vida que devora
el despojo del perdón
y el cadáver etéreo de mi cuerpo.

Laura Gómez Recas
Sobre este poema, está inspirado el cuadro ©"Maldigo", de Clara Tengonoff


AMADEUS escribió sobre "Maldigo"
Benditas son las almas soñadoras
que trepan sin descanso por las hiedras,
rompiendo los cristales con las piedras
de realidades empobrecedoras.

Benditas son las lunas redentoras,
que besan a los sapos y culebras,
y tejen con sus rayos esas hebras
teñidas de tinturas incoloras.

Benditas las verdades de mentira,
que nadie cree, aunque son verdad,
y que el tedio monótono estira

en esa interminable soledad,
como el trompo que gira, gira, gira...
buscando en la agonía, libertad...

©Amadeus
Repentizado sobre tus versos, a las 0:40 del 23 de febrero de 2009